-Oye siento por lo que sea que hiciera ayer, es lo que pienso-Yes me miraba copadeciendome. Luché por reprimir las ganas de abofetearla.
-Hazme un favor y desaparece- dije al fin, después de buscar unas palabras que no fueran ofensivas.
-¿Por qué te caigo mal?-dijo triste. Estuve por gritarle "¡PORQUE YO SOY LIZ, SOY ESA QUE PIENSAS QUE ES UNA ZORRA!" No, no debía hacerlo.
-¿Caerme mal? -pregunté haciéndome la inocente. Yes suspiró.
-Si, me caes bien, eres guapa y maja pero el otro día casi me matas- dijo amable.
-No creo que juzgar a alguien que no conoces sea justo, creo que Liz aunque a veces fuera muy distante en realidad se preocupaba por los demás, aunque nunca la haya visto- dije aun en tono más inocente. Yes me miro y pensó un rato.
-Tienes razón...aún sigo pensando que no es de fiar, tiene una relación con la mano derecha de Colette -repitió como hace varios días.
-¿Qué más da? Se quieren, eso es lo que cuenta.
-¿Y como lo sabes? Nunca querría a alguien sin sentimientos como ella. Además por lo que me han contado ese Aarón es bastante guapo podría engañar a quien quisiera para que estuviera con él.
-No los conoces, no los juzgues- dije apretando los puños, cada vez tenia mas ganas de golpearla.
-¿Y tu si?
-Yo...yo no los conozco por eso no los juzgo. No entiendo como puedes dejarte llevar tanto por las apariencias.
Respiré hondo y seguí mi camino hasta mi habitación. Noah sí sabía quien soy. Tenía ganas de llamar a Aarón pero él no sabía nada...yo le quería, y no era todo, era de todo menos eso, pero, ¿esa era la imagen que dábamos? ¿Dos degenerados? Lo dudaba. Pasaron dos horas y llamaron a la puerta.
-Pasa-dije con desgana, en la entrada de la habitación estaba Yes, algo ruborizada. Cerró la puerta a su espalda y se me acerco, solo un poco.
-Lo he estado pensando,tienes razón, no los conozco, no puedo saber lo que pasa...alomejor es solo que...tengo envidia.
Me levanté ¿Qué? ¿Aún seguía con eso? Que chica más pesada, aunque me alegraba de que hubiera reconocido su error.
-Oh...no pasa nada...supongo, no soy Liz ni Aarón, pero creo que se merecen mirarlos más de cerca, no solo tan superficialmente.
Yo asentí y Yes se fue, alomejor era yo la que la había juzgado mal. Miré por la ventana, había anochecido y no me apetecía cenar, pero si ir al jardín, hacía frío pero con un jersey se arreglaba, me puse uno negro ancho y me calce. Bajé las escaleras e informe de que no tenía hambre, luego fui al patio de atrás. Me senté. Había un farolillo que hacía que la penumbra fuera más clara, el jardín estaba lleno de hierba verde y era precioso.
-Buenas noches -dijo una voz a mis espaldas. Me puse rígida...era él, siempre tan silencioso. Me giré. Aarón con una chaqueta de cuero y el pelo alborotado se apoyaba en el farolillo. Estaba guapísimo, pero ahora era Adri y no podía hacer nada. Lo miré y hechizada me levanté de la hierba. Ayer había ido a que Eve me devolviera a la normalidad pero no podía, como me habría gustado que, allí, en frente de Aarón, fuera Liz de nuevo.
Me desperté hechizada con su mirada mientras él se acercaba y mi corazón se aceleraba. Aarón se paro cerca, demasiado. Él me cogió de la cadera y se inclinó para besarme pero antes de que sus labios llegaran a los míos mi mano se precipitó a su cara. Él se alejó un poco, sé que no le dolía pero se había sorprendido.
-¿Qué coño haces?-grité.
-Podría decirte lo mismo-respondió sonriendo.
-¡Tienes novia!-Abrí los ojos, se supone que no lo conocía además yo no era su novia oficial- Bueno ...supongo que la tienes...
Aarón se volvió a acercar. Y yo alcé la mano ¿de verdad me estaba haciendo eso? ¿tan importante era para él que besaba a la primera de cambio? Una lágrima cayó por mi mejilla sin poder retenerla, la promes que hice años atrás no podía mantenerla más.
-No me puedo creer que pienses que te estoy engañando, yo solo te quiero a tí y lo sabe...Lizzy.-dijo serio.
Espera....¿había dicho Lizzy? ¡Sí, lo había dicho!
Bajé la mano y sonreí.
-Aarón...-dije feliz y salté hacia el, me sujetó mientras yo me enredaba en du cuerpo. Apreté mis piertas al rededor de sus caderas y le besé, le besé como si no hubiera mañana, le sentía pegado a mí, sentía su corazón acelerado, sentía un cosquilleo por todo el cuerpo mientras mi lengua jugueteaba con la suya, enredé las manos en su cabello y él procedió a sujetarme de una zona más íntima que las piernas. El me acariciaba mientras yo estallaba de felicidad. Hacia varios meses que no lo veía y lo echaba de menos, mucho.
-Te amo-me dijo un momento en el que me había separado de su boca para besar su cuello. Yo paré y lo miré a los ojos.
-¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo! ¡Aarón García, te amo más que a nada!-dije con el corazón contengo abrazandolo. El me bajó al suelo mientras yo lo abrazaba.
-Después de todo lo que Liz ha sufrido por ti,tu la traicionas, no esperaba esto de ti Aarón, ya no.
Los dos miramos a la puerta trasera, unos ojos lilas nos observaban odiosos.
-Además con ella, con una loca. No sé como has caído tan bajo, cuando Liz lo sepa la destrozarás. Aunque quizá me equivoque y debí seguir prohibiéndola que te viera, Liz es demasiado buena contigo y de los demás ni se acuerda, a veces es muy estúpida pero vive aquí y debo protegerla-dijo Amber saliendo a la luz del farol.
Abrí la boca para decirle que se equivocaba pero no sabía por donde empezar. Aunque lo había dicho todo por mí, me sentía confusa por qué también se había metido conmigo, no sabia como explicarlo.
-No es lo que crees-dije al fin. Amber me miró y sonrió.
-Tranquila cariño, Aarón tiene una cara bonita pero no es bueno, Aarón es malo-dijo como si se lo explicara a un niño de dos años. Amber se puso en posición de combate mientras Aarón ni se inmutó.
-Amber, ¿de verdad no te das cuenta?- la aludida estrechó la mirada y se abalanzó sobre Aarón pero conseguí pararla el brazo antes de que nadie resultara herido.
-¡Pensé que habías cambiado Amber, creí que ya no me tratarías como a una niña de trece años!
-¿Qué coño haces?-grité.
-Podría decirte lo mismo-respondió sonriendo.
-¡Tienes novia!-Abrí los ojos, se supone que no lo conocía además yo no era su novia oficial- Bueno ...supongo que la tienes...
Aarón se volvió a acercar. Y yo alcé la mano ¿de verdad me estaba haciendo eso? ¿tan importante era para él que besaba a la primera de cambio? Una lágrima cayó por mi mejilla sin poder retenerla, la promes que hice años atrás no podía mantenerla más.
-No me puedo creer que pienses que te estoy engañando, yo solo te quiero a tí y lo sabe...Lizzy.-dijo serio.
Espera....¿había dicho Lizzy? ¡Sí, lo había dicho!
Bajé la mano y sonreí.
-Aarón...-dije feliz y salté hacia el, me sujetó mientras yo me enredaba en du cuerpo. Apreté mis piertas al rededor de sus caderas y le besé, le besé como si no hubiera mañana, le sentía pegado a mí, sentía su corazón acelerado, sentía un cosquilleo por todo el cuerpo mientras mi lengua jugueteaba con la suya, enredé las manos en su cabello y él procedió a sujetarme de una zona más íntima que las piernas. El me acariciaba mientras yo estallaba de felicidad. Hacia varios meses que no lo veía y lo echaba de menos, mucho.
-Te amo-me dijo un momento en el que me había separado de su boca para besar su cuello. Yo paré y lo miré a los ojos.
-¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo! ¡Aarón García, te amo más que a nada!-dije con el corazón contengo abrazandolo. El me bajó al suelo mientras yo lo abrazaba.
-Después de todo lo que Liz ha sufrido por ti,tu la traicionas, no esperaba esto de ti Aarón, ya no.
Los dos miramos a la puerta trasera, unos ojos lilas nos observaban odiosos.
-Además con ella, con una loca. No sé como has caído tan bajo, cuando Liz lo sepa la destrozarás. Aunque quizá me equivoque y debí seguir prohibiéndola que te viera, Liz es demasiado buena contigo y de los demás ni se acuerda, a veces es muy estúpida pero vive aquí y debo protegerla-dijo Amber saliendo a la luz del farol.
Abrí la boca para decirle que se equivocaba pero no sabía por donde empezar. Aunque lo había dicho todo por mí, me sentía confusa por qué también se había metido conmigo, no sabia como explicarlo.
-No es lo que crees-dije al fin. Amber me miró y sonrió.
-Tranquila cariño, Aarón tiene una cara bonita pero no es bueno, Aarón es malo-dijo como si se lo explicara a un niño de dos años. Amber se puso en posición de combate mientras Aarón ni se inmutó.
-Amber, ¿de verdad no te das cuenta?- la aludida estrechó la mirada y se abalanzó sobre Aarón pero conseguí pararla el brazo antes de que nadie resultara herido.
-¡Pensé que habías cambiado Amber, creí que ya no me tratarías como a una niña de trece años!