lunes, 17 de junio de 2013

=LIZ=

No me lo puedo creer. No puedo creer que Flynn prefiera a esa desconocida que a mi...Mientras caminaba por la calle nadando en mis pensamientos tropecé con algo. Sabía perfectamente quien era, pero no lo mire a la cara...no podía...
-A...Aarón-tartamudeé.
-Te he estado buscando ¿donde te  habías metido?-con una mano me levantó la barbilla y le miré a los ojos.
-Dios...lo siento es que...no puedo querer a nadie -dije con dolor en el corazón.
-A qué te refieres?-preguntó.
-De...de pequeña...-de repente Aarón se puso rígido y un hilo de sangre le salió de la boca.-¡Aarón!-grité y el se cayo hacia delante, hacia mí. Yo lo sujeté como si lo estuviera abrazando y vi...vi con horror como había una flecha clavada en su espalda...y mas allá de Aarón había una mujer con un arco...esa mujer era Colette.
Colette me miro con una sonrisa. 
-No, no, no, por favor, no me dejes-dije a Aarón,- no puedes dejarme-susurré-no puedes...
Le dejé en el suelo con su cabeza en mi regazo. Aarón subió una mano y me la puso en la mejilla, yo le estreche la mano. Sus ojos estaban vidriosos.
-Por favor...no te vayas-suplique yo.
Colette que parecía que había desaparecido se acercó con una gran sonrisa.
-Ni una lágrima, veo que sigues cumpliendo las promesas.
La rabia me corroía por dentro
-¡Zorra!-la grité desgarrándome la voz y apretando la mano de Aarón que empezaba a enfriarse. Colette sonrió y de repente me cogió de los brazos por atrás y me apartó de Aarón.
-¡NO!¡NO!¡Suéltame!-grité todo lo que pude pero Colette era más fuerte que yo y me alejó más y más de Aarón hasta que no lo vi más. Colette me metió en una casa lejos de allí, en la entrada la mordí el brazo pero aún así no me soltó. Subimos unas escaleras y me metió en una habitación, cuando fui a golpearla me cerró la puerta en las narices.
-¡Déjame salir! ¡Cobarde! ¡Por la espalda! ¡Eres una rastrera!-dije golpeando con fuerza la puerta.Caí de rodillas  con la vista en el suelo y la cabeza apoyada en la puerta.
-Esto no puede haber pasado....no puede...¡No puede!-las lágrimas me punzaban en los ojos pero no podía dejar que salieran. Me levanté con la mirada perdida, en la habitación había una cama, un cojín y una silla. Me acerqué a la cama y vi que había una muñeca de trapo...mi muñeca de cuando era pequeña,... La cogí y me senté en la silla abrazando la muñeca con la vista fija en la puerta.
-Es solo un sueño, tiene que serlo...

Pasó un día y medio y nadie entró en la habitación, yo había roto todos los muebles y me había sentado en un rincón cuando la puerta se abrió y Colette entró con una bandeja con agua y comida, me la puso en el suelo y se quedo mirándome.
Esa era la mía, me levanté corriendo y moví el agua haciendo que cortase y la dirigí contra Colette pero algo pasó porque cuando el agua comenzó a cortar una parte de la mejilla de mi madre, el agua cayó al suelo sin fuerza.
¿Qué había pasado?
-El hambre y la sed, querida-dijo Colette sonriendo-así que agua ¿no?, buen poder,sanador...lo vas a necesitar...-dijo sonriendo, yo me la quede mirando-lo digo por esto-subió la mano en mi dirección y de repente donde tenía mi cicatriz empezó a doler, a escocer...y a quemar, yo dí un grito y caí de rodillas Colette se acercó, me levantó cogiéndome de la camiseta y me dio una bofetada tan fuerte que cuando me toqué la mejilla había sangre.
-No vuelvas a intentar escapar-dijo seria Colette y se fue de la habitación...

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