miércoles, 13 de noviembre de 2013

=LIZ=

Estaba con Noah en los pies, cerré los ojos inconscientemente y algo chocó contra mi, algo poderoso y que daba escalofríos lo abracé sin darme cuenta. Abrí los ojos y estaba en una habitación con Colette mirandome con miedo...no, a mi no, a Aarón, o al menos eso era lo que parecía lo que estaba abrazando. Parecía enloquecido y poco humano. Me miró a los ojos, eran rojos abrió la boca y salio una voz profunda y terrorífica.
-Liz...-dijo mientras se transformaba en humano de nuevo. Miré a Colette que suspiraba aliviada. Apreté más contra mi a Aarón.
-Tranquilo...tranquilo...todo está bien....-dije sin apartar la mirada de Colette.
Volví la vista a Aarón y le sonreí, el me devolvió la sonrisa. Sus ojo volvían a ser plateados.
-Espera un momento, cielo.-le dije con cariño, miré a Colette y, sabía que seguramente saliera mal pero concentre toda mi energía en la marca. Seguramente Colette se dio cuenta.
-Bien hecho,guardiana-dirigió las palabras a Amber. Corri hacia ella y esquivo, el golpe cayó en la pared e iba con tanto poder que hice un hueco. Colette y yo nos fundimos en una coordinación total, cuando ella atacaba, yo me defendía y viceversa. Empecé a concentrarme más en los golpes que en la energía hasta que noté algo cayendo por mi mejilla,sangre, como la última vez, el dolor empezaba perocno podía rendirme. El segundo que me distraí pensando en eso un golpe de Colette me hizo caer al suelo. Aarón se puso delante mía he hizo unos gestos con las manos. Al momento yo ya no estaba ahí, estaba a un metro del suelo, caí encima de Eve que también estaba en la sala y Noah ladró sorprendido. El cuerpo entero me dolía y Eve me miraba como si estuviera loca.
-¿¡Se puede saber que haces aqui?!- dijimos a la vez
-Yo que se, acabo de aparecer, ¿y tu?-dije entre enfadada y extrañada.
-He aparecido aqui hace unos minutos, creo que Colette nos ha...
cambiado de sitio. Bueno, el caso es que estas aqui, asi que si no te
importa, quita de encima, tengo que hablar contigo.
Me levante y miré a Eve, parecia mayor, el tiempo que habia estado
fuera la habia cambiado, estaba seria, asi que supuse que lo que me
iba a decir era importante, bien, estaba lista.
-Will- dijo solamente.
-¿Will?
-Esta en peligro, te necesita, pero cree que no le quieres, esta muy
lejos de aqui, y si te ve, no creo que te haga caso, tienes que ir a
ayudarle.
-Espera, y todo eso lo sabes porque...
-Tengo una especie de bola de cristal en la cueva de Colette, si
pienso en alguien puedo verle atraves de la bola, y le he visto a el.
Liz, sabes que no te pediria esto si no fuese importante.
-¿Y porque debo ir yo, si no me haria caso?
-Porque ahora mismo Colette me necesita. Liz, es muy importante, 
tienes que ir, sola, que no te reconozca, he aprendido
un hechizo que hará que podamos hablar,  pero no debes tener contacto
con nadie más, ¿me entiendes?.
Asentí mientras Eve movía las manos de forma extraña y recitaba unas
palabras en un idioma... casi podria decirse que inventado. Entonces
escuché una voz en mi mente. <<¿Hola? Liz, ¿me oyes?>> <<Si>>
respondi, me dijo el lugar, y sin pararme a pensarlo preparé una mini
maleta y me fui.

domingo, 10 de noviembre de 2013

EVE

-No muy bien.
-¿Que ocurre?
-Liz... corre peligro.
Colette ha planeado algo para ella, no he llegado a escuchar el que
pero no tiene que ver con lo que nos tiene preparado a los cuatro
Eve, si le pasara algo yo...
-Aarón, tranquilo, ¿que has oido exactamente?
Bueno, verás, Colette me había pedido que hiciera unas cosas y cuando volví estaba con Héctor, uno de sus asesinos preferidos. Me he escondido detrás de la puerta y ví de reojo que Colette estaba curando a Héctor unas heridas con muy mala pinta. Héctor decía que ya casi era la hora, que Liz estaba preparada. Colette decía que su hija era un prodigio y reía-apretó los puños-hablaban de ir a por ella, que seguramente sobreviviera a "esa" tortura y que si no que al menos lo hubieran intentado...entonces otro sirviente se ha colado por la puerta y le ha dicho algo a Colette, han empezado a hablar demasiado bajo...
Me habia quedado sin palabras, no sabia muy bien que hacer. Aunque Aaron necesitaba ayuda, decidí ser practica, lo primero era pensar que hacer con Liz, luego ya n¡me ocuparia de Aarón, se le veia fatal.
-Liz tiene que irse, si sigue aquí la cogerán, por lo visto, hoy ya se ha encontrado con el tal Hector- sentia la sangre ardiendome en las venas de rabia, Colette ya me tenia aqui, se suponia que así ellos estarian ben...
-Si... eso he pensado yo, ¿pero como? Sabes tan bien como yo que si se lo contamos no se irá...
-Pues habrá que engañarla, pero no puede permanecer aquí- me asusté al ver lo fría que era mi voz, ¿en eso me habia convertido?
Aarón tenía pinta de ir a derrumbarse en cualquier momento, sin embargo, tragó saliva y dijo:
-Bien, pues a pensar, ¿que haría que Liz huyese de aquí, sola, y sin hacer preguntas?
Entonces se me encendió la bombilla.
-Will- dijimos al unisono.
Liz y yo habiamos hablado un poco, peor lo suficiente para saber lo que habia pasado en ese tiempo. Si le decimos que Will estaba en peligro, y el lugar, aunque no fuese el verdadero, ella le buscaría, estaría alejada de cualquier conocido, y sobretodo, alejada de Colette.
Pero Colette tenía secuaces por todo el mundo... Habría que cambiarla... que pareciese distin... Aarón interrumpió de golpe mis pensamientos.
-Un momento-dijo haciendo una mueca para que me callara. de repente su mirada se volvió fría y enfadada. Colette entró por la puerta sonriendo. Aarón se volvió y la dió tal golpe en la cara que se calló al suelo. Colette lo miró y empezó a reir. Se levantó sonriendo y divertida. 
-Encontraste a Marta   
Aarón entrecerró la mirada. Cogió a Colette del cuello y la alzó, ella seguía sonriendo.
-Sin mi no puedes sacarla de ahí-dijo hablando costosamente.
El chico la soltó y Colette se llevó las manos al cuello, acariciandolo con cuidado.

-Mi pequeño Aarón...cuanto has crecido, ¿recuerdas cuando llegaste? Piensa en tu hermana ¿cuanto hace que no la ves? No pudiste salvarla, no puedes salvar a nadie, no vales para nada, solo me vales a mi,cariño. Conmigo eres fuerte, sin mi no eres nada. ¿Sabes qué pasó con tus padres? Fueron a buscarte, a ti y a tu familia. Yo les fui a ayudar como una buena samaritana. Les dije la verdad, que tu viniste por tu propio pie y que tus hermanos tarde o temprano morirían. Ellos lloraban y suplicaban...me dió tanta pena...-se acercó a su oído y susurró pero aún así pude oír lo que decía-me dio tanta pena que los maté-terminó sonriendo. Unas lágrimas resbalaron por la cara de Aarón. Daba la impresión de que no podía moverse y que le dolia todo el cuerpo.

Yo no sabia que hacer, me sentía inútil. Aarón abrió los ojos de repente y no eran ni verdes, ni plateados, eran rojos....rojos como la sangre. Gritó con furia y cogió la muñeca de Colette que se apartó con una expresión de lo que parecía miedo. Aarón parecía sufrir pero....no daba la sensación de que fuera humano. Me eché para atrás y Aarón....o lo que quiera que fuera ahora se dió cuenta de que yo estaba ahí, vino directo hacia mí.

Sin que me diese tiempo ha reaccionar, aparecí en la habitación de Liz, con Noah extrañado a mis pies.






=LIZ=

Desperté,  vi que en la habitación no estaba Noah, Flynn lo habría sacado a pasear.
El rostro del hombre de ayer me vino a la cabeza. Recordé que me había curado torpemente las heridas y se lo había contado a Flynn y Amber. Me estremecí y sentí el dolor de las costillas. Me levanté y me vestí. Salí al balcón y me quedé congelada. Todo giraba a mi al rededor.  Colette se puso delante mía. 
-No esperaba esto de ti, hija.
-¿Que quieres?-entrecerré los ojos.
-Decirte una cosa, nada mas-al segundo estaba a mi lado,susurrando en mi oreja-¿Que harias con treinta hombres iguales como el que te encontraste ayer? No podrías proteger a nadie...igual que no pudiste proteger a tu padre.
La cogí por el cuello y ella sonrió y desapareció. 
Me miré la mano en la que un momento antes había estado el delicado cuello de Colette.
Bajé al salón corriendo y encontré a Amber sentada. Se levantó al verme.
-Parece que has visto a un fantasma ¿Qué ocurre? 
Me acerqué a ella hasta estar a centímetros.
-Entrename.
-¡¿Que?!
-¡Tiene que haber algún modo de hacerme más fuerte!
-Pero...
-¡Amber! Si hubiera sido más fuerte ahora mismo Colette estaría muerta...-exclamé mirandola fijamente.
-Bueno...-inclinó la cabeza hacia un lado pensativa.
-¿Qué?
-Creo que es demasiado peligroso.
Cogí de el brazo a Colette. 
-Lo acepto,  explicamelo.
-¿Y por qué de repente te ha dado por esto?
-¡Soy inútil siendo así! ¡No tengo poder si no hay agua y para controlar la sangre necesito concentrarme y acabo muy cansada! 
-Vale,vale. Hay mas gente que ha llevado esa marca que llevas tu.
-¿La cicatriz? 
-También es una marca, si aprendes ha ser lo suficientemente hábil,  podrías utilizarla a tu favor sin sentir ningún dolor...pero repito que es muy peligroso.
-Enseñame! 
-Está bien...
Después de esa conversación cada tarde entrenaba con Amber. A veces eran entrenamientos de concentración pero a veces eran de resistencia.  Fuera cual fuera el tipo de entrenamiento era cansado y difícil. Siempre acababa demasiado cansada y dolorida. 
Un día estaba entrenando con ella. Tenia que correr llevando una pesada mochila llena de pesados objetos inútilmente pesados mientras intentaba manejar el agua de una vasija y romper unas cuantas botellas lanzando cuchillos. Todo a la vez. Los hombros me dolían y llevaba toda la tarde haciendo toda clase de entrenamientos.
Rompí dos de las ocho botellas y no moví el agua ni un ápice. Pensé en todo aquello que se me escapo,  en la vida que no pude salvar, en lo que Colette me ha condenado a ser. En que ahora podría ganar a Colette. Pense en todos los que me importaban;  Aarón,  Eve, Flynn...
Entonces la mochila dejo de pesarme, las botellas explotaron cuando las miré y el agua empezó a moverse por la habitación descontrolado. Amber cogió un espejo y me lo enseño.  Vi mi reflejo. La marca era rojo, como si la lava circulara por ella. Pero no me dolía, sonreí. 
Entonces empezó a calentarse, vi en el espejo que empezaba a sangrar donde la marca y el ojo se juntaban. La sangre resbaló por la mejilla.
Amber vino corriendo. 
-Te dije que era peligroso...-susurró mientras el dolor se hacía mas notable. Amber me puso la mano en la frente y el dolor remitió,  solo por un momento para seguir atormentandome.

EVE

Cuando termine Colette no parecia enfadada, sino preocupada, como si
yo le importase, lo cual me extrañó mucho, me dijo que podia ir a ver
a Gabi y a los demás, y que ya me avisaria para volver. Fui a la casa
de Flynn, era de noche, no sabia porque, pero no queria ver a nadie,
me asomé por el balcón y ví a Gabi durmiendo, entré con cuidado y le
acaricié la mejilla. Me paseé por la casa, sin hacer demasiado ruido,
estaba en la cocina, bebiendo un vaso de agua, cuando escuché un ruido
extraño, cerca de la habitación de Mike, me acerqué y le vi dando
vueltas en la cama y susurrando mi nombre, tenia una pesadilla,
enseguida me sentí fatal, me senté en el borde de la cama y le
desperté con cuidado.
-¿E... Eve?
-Shh, tranquilo, soy yo, estoy aqui, todo va bien.
Le dije, el me miró como a un fantasma, cerró los ojos y se volvió a
dormir. Como no sabia muy bien adonde ir, pensé en mi "refugio", la
Torre de Pisa, cuando me sentia... Como ahora, iba allí, era agradable
sentir el viento en la caray estar alli era una sensacion maravillosa, me dormí alli mismo.
Al despertar fui a la casa, Gabi me miró igual que Mike antes, como si
fuese un espejismo, despues, corrió hacia mí, me cogió en brazos y me
besó, yo le sonreí, entre nosotros sobraban las palabras. Aun entre
sus brazos, sentí que me desvanecía, maldije a Colette por lo bajo y
aparecí en mi habitación de la cueva, me asomé por la puerta y ví a
Aarón, tenia los ojos completamente plateados, le mire asustada, se
acercó a mí, sus ojos reflejaban un dolor tremendo, pensé que
necesitaba desahogarse, asi que me senté en la cama, y el a mi lado, y
empezó a hablar.
-¿Te he interrumpido en algo?-dijo él, pensé en Gabi, y en la mirada
de dolor de Aarón.
-No, tranquilo, ¿que tal estas?