Frustración, eso es lo que sentí cuando Liz se fue, encima de fingir no recordarlo,
y de no ayudarme, me reprochaba no tener control sobre mí misma, ¿qué
sabía ella de mí, de mi vida, qué derecho tenía para juzgarme? Sin darme
cuenta puse las manos sobre la hierba, al instante, solo quedaron
cenizas. No lo pude evitar y me fui corriendo, Gabriel me debió de ver,
porque cuando me subí a uno de los árboles más frondosos del patio para
poder esconderme y llorar tranquila le vi de repente a mi lado, por lo
visto sabía trepar.
Sin
decirme nada me abrazó, y así pasamos el resto del recreo, en silencio,
abrazados en ese árbol, entonces me dí cuenta de lo que esto significab a, Gabriel se había, enamo... de... pero... no podía ser... si nos habíamos conocido hoy...
Supongo
que después de todo en algún momento tendría que olvidar a Xavier y
seguir con mi vida, sentía que Gabriel era el adecuado para ello, así
que gire la cabeza y le miré fijamente a los ojos, el inclinó la cabeza hacia mí y me besó. Después de aquello bajamos del árbol y volvimos a clase.
Cuando llegué a clase, de la mano de Gabriel, Liz ya estaba sentada y con una sonrisa burlona en la cara.
-¿Te sientes mejor?- Me dijo.
Me sonrojé un poco, y le respondí:
-Sí.
-Sí.
-Genial-dijo con indiferencia sacando su cuaderno y su boli
negro.
-¿Y tu que tal?-le pregunté-¿Qué vas a dibujar ahora?
-A Aarón
-¿Perdona? ¿He oído bien? Eso solo puede ser por dos cosas, o le vas
a dibujar de brujo o a alguien le gusta alguien-le dije al oído con una
sonrisa pícara.
-Si quieres conservar tus dientes mejor que te calles-dijo con una sonrisa.
-¿Eso es que sí?¿Te gusta Aarón?
-N..no lo sé...¿Es necesario hablar de esto?
-Puede
-Por que yo no he dicho nada de Gabi, eh, pillina-dice sonriendo.
-Jajaja si tu hablas yo hablo...
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