No era la de Gabriel, de eso estaba segura.
Aunque esta vez no tenía miedo ,estaba tan cabreada que era capaz de matar a la primera persona que entrase por esa puerta.
Entonces, vi un destello de pelo rubio oscuro y Flynn entró, en la habitación.
Vale, mejor a la segunda que entrase.
Me giré y vi a Liz sentada en una silla mirándome con odio.
Entonces Flynn dijo:
-¿Que tal mis bellas durmientes? ¿Aún no se han matado la una a la otra?
Liz y yo reaccionamos a la vez, con un vete a la mierda que le arrancó a Flynn una sonrisa.
-Bien, bueno Eve ahora mírate en el espejo.
-¿Tan mala pinta tengo que no te atreves a decírmelo a la cara?- dije con una sonrisa sarcástica
-¿Qué...? No.. yo no...
-Déjalo, ya voy.
Me
miré en el espejo y vi que tenía un pequeño símbolo blanco en el
cuello, me sonaba mucho, creo que significaba... aire. Eso explicaba
muchas cosas.
Liz se levantó y se puso detrás mía, y pude ver también su reflejo.
Me
asusté al ver que tenía una ... ''cicatriz'' negra en la cara. Como si
fuera tinta, una línea un poco curva le cruzaba desde la
mitad de la ceja izquierda, se paraba en el comienzo del ojo y
continuaba debajo de este mas o menos hasta la mejilla.
Ahogué un grito al verla y le dije a Flynn que solo veía una marca que significaba aire (o eso creía) en el cuello.
-¿Que es lo que tiene Liz?
Liz no mostró ningún sentimiento que mostrara miedo, desconfianza o un simple escalofrío al recordar lo horrible que debió de ser eso que su madre le hizo.
-Respecto a ella... también sois parecidas en aspecto.
Liz miró a Flynn con enfado. Supuse que era por la cara que me había puesto.
-Oye, asesina con miradas, ni que hubiese mentido. Relájate un poco.
Liz sonrió y se notó que era una sonrisa falsa. Se giró hacia Flynn.
-Charla de chicas ¡Fuera!-dijo empujándolo fuera de la habitación.
Liz puso el pestillo se giró y de pronto me dio un puñetazo en la cara, vi que le empezaba a sangrar la nariz del golpe que me había dado. Flynn intentó entrar pero no pudo.
Yo estaba demasiado sorprendida para decir nada.
-No te mato porque se lo prometí a Flynn y por que si no nosotros también moriríamos.
Se volvió a girar y abrió el pestillo. Flynn se precipitó dentro de la habitación un poco preocupado.
-Charla de chicas ¡Fuera!-dijo empujándolo fuera de la habitación.
Liz puso el pestillo se giró y de pronto me dio un puñetazo en la cara, vi que le empezaba a sangrar la nariz del golpe que me había dado. Flynn intentó entrar pero no pudo.
Yo estaba demasiado sorprendida para decir nada.
-No te mato porque se lo prometí a Flynn y por que si no nosotros también moriríamos.
Se volvió a girar y abrió el pestillo. Flynn se precipitó dentro de la habitación un poco preocupado.
Flynn nos dijo que estaba harta de nuestras tonterías, que o nos llevábamos bien, o se ocuparía de hacernos sufrir. A las dos, después de
eso me presentó a su amigo (el otro que vivía en la casa) y me curaron
la nariz.
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