Desperté en una habitación. Todo lo que había pasado me vino a la mente como un golpe bajo y me volví a enfadar. Me levanté y sentí un punzante dolor en el tobillo. Había otra ropa encima de una silla, era una camiseta de tirantes con otra camiseta de cuadros azules y unos vaqueros. Me cambié rápido y me dejé la camiseta de cuadros abierta. Me hice una coleta alta con mechones sueltos y me la até con un coletero que siempre llevo en la muñeca.
-¡Flynn voy a matarte!-grité. La puerta se abrió y un sonriente Flynn apareció.
-Buenos días a ti también. ¿como has dormido, bella durmiente?
-Si no me hubieras intentado electrocutar no habría dormido.
-Pero habrías matado a Eve ¿Verdad?-su sonrisa se borró-lo habrías hecho.
Yo asentí un poco después.
-Tienes que controlarte-dijo seriamente.
-Si hubiera mantenido la boca cerrada nada habría pasado pero se ve que no puede estar callada, normal que fuera la marginada de la clase, es una bocazas-dije muy enfadada, no pensaba con claridad, en realidad nunca habría dicho eso pero cualquier cosa que hiriera a Eve en ese momento era bueno para mi.
-En cambio tu eres popular, eres "la chica de hielo" ¿verdad? la chica irónica, divertida y fría que le mola a todos los tíos ¿en serio eso te gusta?
-No me calientes-le advertí.
-¡¿En serio te gusta eso?!-dijo irónico y se le dibujo una sonrisa de oreja a oreja. Mis labios se crisparon en una sonrisa. Cogí un cojín y lo golpeé sin fuerza.
-Eres un idiota.-dije divertida, ese chico era capaz de hacer que sonriera pasara lo que pasara.
-¿No vas a preguntar donde está?-dijo el otra vez serio refiriéndose a Eve.
-No me importa.
-Oh vamos, sois amigas.
-No lo somos, no tengo amigos.-Flynn se llevó una mano al pecho y fingió penosamente sentirse herido.
-¿Que soy entonces?
-El chico que me electrocutó-dije con una sonrisa.
-Me conformo-dijo con otra sonrisa.
Él estaba apoyado en la puerta y esta se abrió. Flynn se cayó hacia delante y caímos al suelo. Un chico entró en la habitación y saltó con la mirada de Flynn a mí.
-Tio, avisa cuando traigas compañía.- Flynn se quitó de encima en seguida y nos levantamos corriendo.
-No somos...-dijimos los dos a la vez y nos miramos, nos echamos a reír a coro.
-¿Y se puede saber quien eres?-dije yo al chico de la entrada con el pelo castaño y ojos oscuros.
-Podría decir lo mismo, reina-dijo, parecía que a todos les apetecía burlarse de mí. Flynn sonreía apoyado en otra pared.
-Un consejo, Mike : no la cabrees.
-¿Por qué?
-Yo solo aviso-dijo levantando las manos con una sonrisa.
-¿Y bien?-dije yo.
-Soy Mike, un amigo de Flynn. Te toca.
-Soy Liz...
-Es amiga mía-me cortó Flynn
-Ya..."amiga"-dijo carcajeándose Mike.
-Estás idiota-dijo Flynn
-Coincido-dijo Mike.- ¿desea algo la rubia para desayunar?-dijo mirándome.
-No me llames rubia.
-Venga, no me vengas con esas ¿Desayunas o qué?
-Hecho-dije sonriendo.
-¿Que quieres?
-No hace falta que lo hagas tú-dije sonriendo amablemente.
-¡Eh!-dijo Flynn- tú eres la que no se ofrece a ayudar a nadie, no nos cortes el rollo-dijo sonriendo.
-Como queráis-me encogí de hombros.
Mike me preparó un desayuno inmenso y lo mejor es que estaba delicioso.
Nos quedamos Flynn y yo solos en la habitación.
-¿Qué hacemos, mi capitán?-dije sonriendo.
-Tenemos que encontrar a Eve, tu decides como vas, si a pie o inconsciente-dijo con una sonrisa maliciosa.
-Andando-dije yo.
-Jura que no la intentarás matar.
-Lo juro.
-Júralo por algo.
-No tengo nada por lo que jurar, no tengo nada que perder, nada valioso.
-Pues júralo por mí.
-¿Tu eres valioso?-dije resistiendo la risa.
-Exactamente, estoy muy bueno.-dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
-Eres un pretencioso-dije yo sacándole la lengua.
-Y tú no ¿no?
-Yo no digo que estoy buena, ni si quiera lo pienso.
-Pues ya te lo digo yo.
-Eh..¿gracias?
-Respuesta acertada. Ahora toca ir a por Eve, reina.
-Vale.
-Primero jura- yo puse los ojos en blanco.
-Juro por Flynn Hole que no intentaré matar a Eve-dije resoplando.
-Estupendo-dijo levantándose y me tendió una mano. Yo se la cogí y los dos bajamos unas escaleras, apoyándome en Flynn mi tobillo dolía mucho menos. Llegamos a la calle, hacía sol. Tras pasar unas cuantas callejuelas Flynn se paró en seco.
-¿Qué pasa?-pregunté alarmada.
-Problemas-dijo mirando en todas direcciones.-quédate detrás de mí.
-Ni en broma-dije sonriendole y poniéndome en una posición de combate que había aprendido muchos años atrás, cuando aún vivía con mis padres e iba a Karate.
Muchas figuras nos rodearon.
-¿Qué es esto?-dije susurrando a Flynn.
-Vienen a por nosotros, quieren que trabajemos para ellos y quien dice trabajar se refiere a ser los esclavos de esta gente.
Los hombres se lanzaron hacia nosotros y yo conseguí canalizar la energía y hacer que salieran chispas de mis manos. Flynn, con llamas en las manos y yo con rayos nos lanzamos también contra ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario