lunes, 30 de septiembre de 2013

=LIZ=

Sus ojos eran a la vez tan terroríficos como hermosos, me los quede mirando y ví como un pequeño puntito verde en el ojo izquierdo luchaba por no morir pero al instante era también de color plata. Me acerqué a él y me quedé a un centímetro de su cara, inspeccionando sus hipnotizarores ojos. Él se inclinó y me besó, noté que estaba con el corazón a mil y que temblaba levemente pero yo lo cogi el brazo, lo tumbé en la cama de un golpe y me puse encima.
-No me marees, ¿qué es eso es tus ojos?
-Es algo de magos.-dijo rápidamente.
-Parece como que te molesta.
-Simplemente no quería tener esta marca de mago, hay muchas mas pero a mi me ha tocado esta.
Yo sabía perfectamente que mentía pero no quería insistir.
Aarón sacudió la cabeza.
-Tengo que decirte algo-me separé de él.
-¿Qué pasa?-dije hipnotizada de nuevo por su mirada.
-Will tiene que irse.
-¡¿Cómo?! ¡¿Es que estás celoso...
-No-dijo cortándome-no soy celoso, me parece una estupidez. Will tiene que irse porque Colette lo busca y a él no tiene por qué mantenerlo con vida.
-¿Por qué lo busca?
-Colette quiere hacer daño y Will es la presa más débil,  podría ir tras Flynn pero seria mucho más difícil.-me pasó un brazo por el hombro.-¿entiendes por qué tiene que irse?Colette quiere matarlo,  matarlo de verdad y sin miramientos.
-Está bien-susurré-está bien.
-Lo siento-dijo en el mismo tono y me besó en la frente.
Se incorporó para levantarse y volví a mirar a sus ojos plateados que seguían transmitiendome escalofríos y descubrí que era lo que había en sus ojos: nada. El desapareció detrás de la puerta del balcón y yo fuí a la habitación de Will. Abrí la puerta. Cogi aire, si le dijera que Colette le perseguía le daría igual y se quedaría, necesitaba darle un motivo para que se fuera, necesitaba quitarle un motivo para que se fuera. Will salio del baño con su pelo rubio mojado y sin camiseta, me dio un vuelco al corazón, lo iba a destrozar.
-Tengo que hablar contigo-dije firme.
-Adelante, cierra la puerta.-dijo mientras se ponía una camiseta. Lo hice, me acerqué a una silla y me senté,  el hizo lo mismo en la cama, en frente mia. Cogí aire interiormente y me armé de valor.
-Quiero que te vayas.
-¡¿Qué?!-dijo el desconcertado.
-Ya me has oído,  no tienes por qué quedarte.
-Pero...tu...antes...-dijo tan desconcertado que las palabras se le juntaban en la boca.
-Nadie te echará en falta aquí,  seguro que en Londres te echan de menos.
Su cara estaba desfigurada,  con la boca abierta,  los ojos muy abiertos y un gesto de dolor. Aparté la mirada.
-¿Tu...no...me quieres?
Mi corazón parecía como si alguien intentara ahogarlo, como una mano apretandolo. Lo miré a los ojos.
-No.





Había pasado ya bastante tiempo, ni rastro de Colette ni Eve, aunque Aarón aparecía de vez en cuando. Me arrepentía de haberle hecho eso a Will, pero ya no se podía cambiar, él se había ido. Me levanté de la cama arrastrando los pies, Noah dormía al final de la cama. Me metí en el baño y me dí una ducha, salí y me vestí con unos pantalones negros y una camiseta azul oscura, del color de los ojos de Will, me deshice de ese pensamiento. Miré por la ventana, estaba nublado. Me giré y le acaricie la nariz a Noah, que se despertó estornudando, el sonidito que hizo me despertó una sonrisa.
-Vamos a pasear.-dije con ternura, el se desperezó y salimos a la calle. Era pronto y por la calle solo había coches y algunas personas que habían salido a pasear. De repente Noah se paró en seco y me acerqué a él pero empezó a correr muy rápido, lo seguí gritando su nombre para que parara, giró en una esquina y lo seguí, él estaba haciendo un ruido de enfado.
-¿Qué pasa?-dije un poco asustada.
Subi la mirada hacia donde estaba mirando Noah, un hombre me miraba, un hombre alto y musculoso, con cuchillos en el cinturón, me pregunté porque no usaría pistola y también me pregunte por que nadie de los que pasaban por la salida del callejón se daban cuenta. De repente saco un cuchillo del cinturón y me atacó, yo me agaché evitandolo y le puse la zancadilla,él se calló pero al momento estaba de pie otra vez. Le dí una patada en el estómago y él volvió a atacar con el cuchillo pero le cogí el brazo con todas mis fuerzas porque la suya era mucha, le retorcí la muñeca hasta que soltó el cuchillo, lo cogí con la otra mano y me lo puse horizontalmente en la boca, le cogí otro cuchillo del cinturón y le solté el brazo. Solo le quedaba un cuchillo, lo saco y me atacó de nuevo, esta vez mas fuerte, con un cuchillo en cada mano, le paré su ataque, me dolían los brazos de aguantar su fuerza. Mis sentidos no estaban lo suficientemente despejados como para usar mi magia, por eso no lo había usado aún.
-¡¿Qué quieres?!-le pregunté. Él sonrió, una sonrisa sin dientes.
-La hija de Colette pelea genial...pero no lo suficiente.-volvió a contraatacar y yo lo paré clavandole un cuchillo en el hombro, lo volví a sacar al segundo, el grito. Ya me había enfadado.
-No me descartes tan pronto-dije entre dientes.
Le di otra patada en el estómago, y luego otra, su herida sangraba. De repente sentí un dolor en la parte de las costillas y luego un líquido cálido: estaba sangrando.
Mi siguiente cuchillada fue directa al corazón pero él lo bloqueó, el atacó y me aparté, perdí la noción del tiempo entre ataque y ataque hasta que el cuchillo se clavo hasta el mango en su corazón y calló al suelo. Me aparté sin creermelo, lo había matado, dejé caer el cuchillo. Miré a Noah que estaba acurrucado en un rincón. Le cogí y me alejé corriendo.

EVE

Aunque no esperaba acerlo, desperté, abrí lentamente los ojos, aunque
los cerré de inmediato cegada por la luz solar, me intenté incorporar,
pero sentí un agudo dolor en la cabeza, volví a abrir los ojos y miré
a mi alrededor, estaba en una especie de poblado, una mujer de unos 40
años se acercó a mí, y me sonrió. Tenía la piel morena, y el pelo
oscuro, casi negro, y unos bonitos ojos marrones, me sonreia
dulcemente, como una madre, y me acarició el pelo, como hacía mi madre
cuando me ponía triste de pequeña, no sabía como hablar con ella, asi
que con gestos, le indiqué que tenía hambre, enseguida reapareció con
un cuenco con una especie de sopa deliciosa. Pasaron los dias, y ya me
sentía como uno más en aquella tribu, vestí como ellos, y me pintaron
la cara con sus pinturas, aunque alli me sentía agusto, sobretodo con
Hakdo, como descubrí que se llamaba la amable señora que tan bien me
había tratado, tenía que irme, y todos lo sabíamos, deduje que ya
estariamos a principios de septiembre, pero no estaba segura, me acerqué a la playa, y me ví
reflejada n el mar, no parecía yo, estaba algo más morena, pero poco,
me habían salido pecas que había dejado de tener hace algunos años, e
iba vestida con una especie de vestido hecho a mano por Hadko, y tenía
pinturas en la cara y los brazos, ya había reunido suficiente madera y
construido una balsa, en aquella isla la magia no funcionaba, pero ya
me habían indicado donde ir, y desde allí podría volver a casa, o a la
cueva de Colette, que debía estar tirandose de los pelos, me giré y me
despedí con un gesto que me habían enseñado de la gente de aquel
poblado.
Un tiempo despues, tal y como me habían dicho, llegue a una pequeña
playa, me bajé de la balsa,y me bañe en el mar hasta que
desaparecieron las pinturas, entré en un baño portatil y me cambié de
ropa, al salir noté que hacía un tiempo agradable, fresco, no llevaba
calzado, y era de noche, asi que hize aparecer un bikini, me lo puse
nada más pensarlo,empecé a correr levantando arena por la playa con cada paso que daba,
llegando al agua, entre en ella sin dudarlo, y cuando el agua me
cubría hasta la cintura, me zambullí en el agua, estuve en el agua un
buen rato, cuando salí me imaginé vestida y seca, y me "transporté" a
la cueva de Colette, aparecí en mi cuarto, y fui a la sala de la
pantalla, donde estaba Colette, me miró sin sorprenderse, como si
supiese aue en ese momento exacto iba a aparecer.
-Bien Eve, tienes muchas cosas qie explicar, pero antes, toma algo,
debes de estar hambrienta- lo cierto es que si tenía hambre, desde esa
mañana antes de partir no había comido nada, empezé a comer mientras
le contaba a Colette todo lo ocurrido y ella asentía sin decir nada.

=LIZ=

Desperté un poco después, a mi lado, Will dormía plácidamente y los ojos se me empañaron, estaba jugando con el, ni yo misma sabia lo que quería. Me levanté y me vestí con lo primero que encontré. Cogí fuerzas y me tumbé de nuevo en la cama. Me acerqué a Will y le besé la mejilla, el abrió los ojos.
-Hola-dijo susurrando.
-Hola-susurré en el mismo tono.
El se incorporó.
-Voy a darme una ducha, luego iré a pasear por si quieres venir, después deshare la maleta.
Le sonreí y asentí,  el se levantó, se vistió y se marcho.
Cuando se cerró la puerta la sonrisa se me borró y de repente me encontraba con un fuerte dolor de cabeza, me abracé a mi misma tiritando a pesar de que hacía buena temperatura.
-¿Puedo pasar?-susurró la acariciadora voz de Aarón desde la puerta del balcón.
-Si-dije susurrando sin mirarle.
Aarón se puso a mi lado y me abrazó, sentía su respiración en mi pelo- estás helada-dijo apretandome contra él.
-Will,le estoy mintiendo, jugando con él...-musité.
-No es verdad.
-Aarón, soy egoísta.-mi voz temblaba cada vez más y el dolor de cabeza hacia girar más rápido el mundo a mi al rededor. Cerré los ojos.
-Lizzy, tranquilizate, estás enfermando.
-No es justo Aarón,no es...justo.
Aarón puso su mano en mi frente y la noté helada.
- dios mio, estás ardiendo.
-No...no...yo tengo frió.
Aarón presionó su mano contra mi frente y la temperatura se fue calmando.
-Mirame-dijo Aarón-mírame-con la otra mano en mi barbilla alzó mi cara.-maldición
-¿Qué pasa?
-Colette quiere jugar, te echó una maldición, cada vez que te alteres te pasara esto...-lo miré fijamente,  miré como esas manchas plateadas navegaban por los ojos verdes de Aarón.-espera-dijo tumbandome en la cama, puso una mano en mi frente y otra en el corazón y empezó a murmurar con los ojos cerrados. Cinco  minutos después los abrió con una mueca, yo me incorporé y le acune la mejilla con la mano.
-¿Que pasa?¿Que pasa?-dije alarmada.
Las manchas plata de sus ojos estaban desbocadas y corrían de un lado a otro. Aarón cerró los ojos frunciendo el ceño.
-Te he quitado la maldición-dijo respirando entrecortadamemte-solo te dolerá cuando Colette este en contacto visual contigo y quiera hacertelo pasar mal.
-Aarón,  no deberías...¿Qué es la plata de tus ojos?  ¿Qué son esas manchas?-dije cada vez más preocupada. Aarón aún no había abierto los ojos.
-No son...nada.
Abrió los ojos y yo ahogué un grito y me eche para atrás. Los ojos de Aarón eran de plata brillante y con un brillo siniestro.

EVE

"Ottawa, nueva ciudad, entre en el baño del aeropuerto, y me miré en
el espejo, era invierno, tenia casi catorce años, llevaba un abrigo
marrón con una especie de piel tono carne en los bordes, y un sombrero
a juego, el pelo liso que me llegaba un poco por debajo de los hombros
relucia como una hoguera, y resaltaba mis pecas, parecia una simple
cria, decidi que era suficiente y sali del baño. Unos dias despues,
habia empezado el curso, en la clase casi todo el mundo era idéntico,
chicas rubias de pelo largo y ojos azules, tios rubios de ojos verdes,
habia alguna chica morena, y bastantes chicos morenos tambien, con
unos bonitos ojos azules y marrones, y como siempre, yo desentonaba,
me senté en un sitio apartado, y un chico muy mono se sentó a mi lado,
alto, fuerte, moreno, palido, se llamaba Xavier, un par de meses
despues, estaba locamente enamorada de él, aquel día, al volver juntos
a casa, se paró, me agarró de la mano, y empezó a correr, me llevo a
un parque cercano a nuestro instituto, me hizo subir a una caseta con toboganes, alli arriba estábamos
sentados un junto a otro, yo le mire extrañada, y él me sonrió, poco a
poco acercó su mano a un mechon de pelo que tenía en la cara y me lo
apartó, con cariño y delicadeza.
-Eve, te quiero, desde el dia que llegastes, te quise, y no podia
aguantar más sin decirtelo.
-Yo... yo tambien te quiero- dije simplemente, apenas tenia voz. Poco
a poco se inclinó hacia mí, y yo hice lo mismo, cerré los ojos y el me
siguió, noté sus labios sobre los mios, y como poco a poco me incitaba
a abrirla boca, con delicadeza, le apoyé una mano en el pecho, y le
aparté.
-Xavier, yo... deberias saber la verdad sobre mí antes de decidirte a quererme.
-Nada podria impedirme quererte Eve, te quiero.
Le conté toda mi historia. Y él me miró aterrado, y con repugnación, y
aquelo me bastó, salí de allí corriendo, sin pensar.
-Eve, ¡espera!- Escuché detras de mí.
Al dia siguiente, fui al instituto a regañadientes, Xavier no estaba,
pero me encontré una nota en mi pupitre con su letra que decía:
<<Eres un monstruo, y no se como pude quererte, bruja, das asco, no
deberias existir, ojala nunca te hubiese conocido>>
Le dije a la profesora que me encontraba mal, y me fui sin saber muy
bien a donde, entonces ví de reojo a Xavier, justo cuando saltaba
desde la azotea de un edificio de varias plantas, antes de poder
reaccionar una tormenta estalló, mientras yo corría hacia su inerte
cuerpo, y mis lágrimas se mezclaban con la lluvia, me arrodillé a su
lado y le abrazé, le hablé durante horas a pesar de que sabía que ya
no me escuchaba"
Abrí los ojos y me incorporé rápidamente, estaba sudando, y el corazón
me latia muy rápidamente, miré a mi alrededor y recorde donde estaba,
tambien que tenía hambre. Me levanté con un gran esfuerzo, y busqué
comida, encontre algunas frutas tropicales, y me las comi, la verdad
es que no estaba muy atenta a lo que hacía, no podía dejar de pensar
en Xavier, escuché un gruñido a mi espalda que me dejó paralizada, 

me giré lentamente, a tiempo para ver como una enorme
bestia, una especie de pantera gigante, se abalanzaba hacia mí, eché a
correr por el bosque, mientras hojas y ramas que arañaban la piel y me
tropezaba con piedras, pero no era lo suficientemente rápida, me subí
a un árbol, y salté al contiguo, pero la pantera me seguia de cerca,
iba a saltar a un tercero cuando resbalé y me golpeé la cabeza con una
piedra, lo ultimo que ví fue al enorme animal abalanzandose sobre mí.


domingo, 8 de septiembre de 2013

=LIZ=

Ni si quiera había ido a desayunar esa mañana. Unos cuantos intentos fallidos de dibujos estaban arrugados en el suelo y desde la cama tiraba una pelota contra la puerta del baño para que Noah fuera a buscarla.
Llamaron a la puerta.
-Pasa-dije y lq puerta se abrió. Will estaba de pie y el corazón me dio un vuelco.
"Ya he tenido suficiente para estos días" pensé suspirando.
"Siempre puedo ir allí y echarle a patadas" respondió Aarón.
"No lo harás" zanje, Will estaba esperando entrar.
-Will, entra, no muerdo.
Él avanzó hasta situarse a menos de medio metro de la cama y Noah dejó la pelota en el filo de esta. La cogí y la tiré contra la puerta.
-¿Qué pasa?-pregunte viendo que él no respondía.
-No has ido a desayunar y hace ya días que estás distante conmigo.
-Lo siento mucho, Will, no quería...
-Tranquila,  no me tienes que dar explicaciones,  está claro que lo nuestro murió cuando él apareció.
-¡¿QUÉ?! ¡No! ¿Aarón? Por supuesto que...
-Liz, no pinto nada aquí,  solo estorbo, en cuanto pueda cogeré un vuelo y me iré,  no te molestaré más.
Me levanté con un resorte.
-No me molestas-dije con un hilo de voz.
-En realidad venia a decirte eso; me marcho, Liz. No tendrás que preocuparte por mí.
Me acerqué a él y le cogió el brazo con fuerza, clavandole las uñas.
-No te vayas-dije en un susurro, sabía que si hablaba más alto la voz me fallaría. Él apartó la mirada e hizo un ademán de apartar el brazo pero no le deje. Lo empujé hacia mi y me puse de puntillas, yo había crecido pero él también, lo besé con toda mi desesperación y el me devolvió el beso hambriento. Lo empujé hacia atrás y caímos en la cama, me situé encima y me quité la camiseta pero entonces me di cuenta de lo que sentía; frío, no había más,  simplemente frío. Tenía un hueco en el estómago que creció por momentos y me asusté pero a pesar de eso seguí besándolo y acariciandolo. Oí a Noah irse de la habitación y me dí cuenta de que estaba la puerta abierta. Fruncí en ceño soportando lo que sentía y me levanté, cerré la puerta y volví encima de Will.
Un rato después:
El cansancio me vencía, no había dormido en la noche y después de aquello me encontré más cansada todavía. Oí a Will acercarse a mí.
-No me iré, me quedaré contigo,  te quiero, Liz.-el hueco del estómago se hizo mas grande con esas palabras y yo cerré los ojos.
-Y yo a tí-dije con un hilo de voz, cerré los ojos y me quedé dormida.

viernes, 6 de septiembre de 2013

EVE

Desperté en una celda parecida a en la que estuve y de la que me escapé con Liz, estaba atada de pies y manos, y con una tira gruesa de celo en la boca, pero aún así, era más fuerte, y no iba a permitir que estos hombres acabasen conmigo, aún sin poderes, con el tiempo me había vuelto fuerte, escuché a un hombre roncando fuera de la jaula, aparte de eso, todo era silencio, aunque lo sospechaba, probé a hacer magia, y nada, ví un cuchillo afilado a unos dos metros de mí, y poco a poco sin hacer ruido, con la espalda apoyada en la desigual pared me fui acercándo, mientras notaba como la roca se me clavaba y me desgarraba la piel, cuando lleguéal lado del cuchillo, me giré con cuidado y lo cogí con las manos, intentando sin exito no cortarme, fui serrando la cuerda, unos minutos depués cayó al suelo, moví las agarrotadas muñecas, y con el cuchillo empecé a cortar las cuerdas que me impedían andar, decidí no quitarme la tira de la boca, podía gritar y no podía hacer ruido, me levanté y me caí, estaba algo débil, me apoyé en la pared y poco a poco fui dando pequeños pasos, con una horquilla que llevaba en el bolsillo, silenciosamente abrí la puerta, cogí el cuchillo y se lo clavé en el corazón a aquel hombre, mientras le tapaba la boca, no era el jefe, pero no quería matar a nadie más, me llegó un ruido de la calle, como de hojas arrastradas por el viento, y me empecé a sentir mejor, ví unas escaleras, y probé a volar, para no hacer ruido, solo me elevé unos centímetros, pero me mantuve en el aire, llegué a otra sala, y me escondí detrás de unos barriles malolientes, al comprobar que estaba sola subí la cabeza y ví una escotilla antigua, con un gran esfuerzo, y haciendo demasiado ruido para mi gusto la levanté, salí gracias al viento que entró, y me encontré en una almena de un castillo antiguao a muchos metros de altura, hacía muchísimo viento, me lancé al vacío y volé hasta que ví un cartel, bajé a leerlo mientras empezaba a amanecer era un idioma raro, pero lo entendí, ponía: Yemen. Estaba en la isla encantada de Yemen, y no sabía como salir, eso ya lo pensaría, pero ahora tenía que encontrara comida y agua, y quitarme esta asquerosa tira de la boca.

=LIZ=

Estaba pintando en el cuaderno con Noah durmiendo a mis pies, era de noche y no podía dormir aunque el repiqueteo de la suave lluvia me tranquilizaba.
Aarón entró por la terraza sin que la poca lluvia que caía lo mojara. Me miró con preocupación y me dí cuenta de que las manchas plata del ojo izquierdo eran más grandes. Me levanté sin hacer ruido para que no se despertara Noah.
-¿Qué ocurre?
-Liz...cuando Colette te hizo eso en la cicatriz...¿te dolió mucho verdad? Y recuerdas que le dieron a Flynn con una flecha.
-Si...¿por qué lo dices?
-Eve no siente nada porque está bajo la influencia de Colette pero  ¿no te extraño que Flynn no notara el dolor de tu cicatriz y tu no notaras el dolor del flechazo?
Me quedé helada, la verdad es que no había pensando en eso.
-¿Qué ha pasado para que no sintamos nada?
-Estás vinculada a ellos con una magia muy fuerte y Colette llebava tiempo planeando algo y me dí cuenta tarde; ella te desvinculó de los demás.  Cuando Eve escape seguirá sintiendo lo mismo que Flynn pero tu ya no entras en el grupo. Lleva tiempo hacer esto. En parte Colette desapareció casi dos años por eso, estaba preparando el hechizo. Antes estar unida a ellos garantizaban que estarías a salvo pero ella ha roto el lazo. Estás indefensa, Liz, ellos ya no tienen por que protegerte.
Abrí la boca para hablar pero no me salían las palabras. Me di cuenta de por qué me sentía tan rara estos últimos días. Soledad  nunca había sentido soledad, ahora estaba completamente sola y sentí miedo, un miedo irracional, como congelada, una lágrima me cayó por la mejilla.
-No me puede hacer eso-dije bajo.
-Lo ha hecho-dijo Aarón abrazándome.-no te voy a dejar y Eve tampoco,  estamos aquí,  tranquila...
Miré hacia arriba mientras otras dos lágrimas empapaban mis mejillas.
"No puedo llorar...lo juré..."
"Liz, ese juramento es horrible, alguna vez necesitas desahogarte,  y que yo diga eso es raro porque odio ver llorar"
Me sorprendí pero luego recordé que llevaba puesto el collar y Aarón podía escuchar mis sentimientos.
Lo besé lentamente sin poder parar de llorar.
-Gracias-susurré en sus labios.

EVE

Fui al balcón de mi habitación y salté, ahogué un grito cuando empecé a caer, pero enseguida me elevé en el aire, echaba de menos volar, cuando llevaba un rato por ahí un niño me señaló, inmediatamente desaparecí, a tiempo para ver como su madre me buscaba, sin saber donde estaba, sin embargo, no aparecí en la cueva de Colette (ya me había acostumbrado a llamarla así) si no en un parque, un parque con juquetes para niños pequeños, y una gran zona de cesped, aquí jugaba de pequeña con Riley, los ojos se me llenaron de lágrimas, no entendía que hacía aquí, me giré y ví a Aarón en un banco, sentado con las piernas abierta y la cabeza bajada, como pensativo, me acerqué a él lentamente.
-¿Por qué me has llamado? ¿Por qué me has traido aquí?- dije con un hilillo de voz.
Me senté en el banco a su lado:
-¿Como has llegado aquí?
El suspiró y por un momento pensé en decirle que no hacía falta.
-Bueno.... es un poco larga... ¿Seguro que quieres que te la cuente?
Yo asentí.
-Esta bien... todo comenzó cuando yo tenía diez años, ahora tengo casi veinte asi que hecha cuentas. Un día tuve un sueño; un sueño en el que aparecía una mujer muy bonita, entonces a su lado aparecieron mis hermanos y la mujer me sonrió. Cuando desperté, mis hermanos; Marta y Álvaro habían desaparecido, mis padres estaban de los nervios. Supe exactamente quien los tenía, esa mujer del sueño. Una tarde, con la excusa de haber quedado con unos amigos, me escapé para buscarla pero no la encontré. Me senté en un banco, uno cualquiera de Madrid, todo lleno de gente con prisa. Me dí cuenta de que no la iba a encontrar, entonces se plantó delante mía, me dio la mano y al instante estábamos en otro lado.
Me dijo que era muy poderosa, y que a cambio de trabajar para ella mis hermanos estarían a salvo, ella me entrenó y lo demás es historia. Bueno, un día te dije que odio ver llorar, la causa de eso es que veía a Marta-  me di cuenta de que hablaba en pasado, ¿donde estaría ahora Marta?- ella se echaba a llorar, siempre, todos los días. Era horrible ver como tu hermana de catorce años te abrazaba y decía que estaba pensando en quitarse la vida... por eso siempre estaba a su lado, no la dejaba sin vigilar nunca. Ese es el motivo. Y... no se si debería contarte esto, pero ya que me estoy sincerando...- sonrió tristementey me miró a la cara.
-¿Ves eso?- dijo señalándose un ojo- ¿el color plata? Es una broma pesada de Colette, se está extendiendo, dentro de poco tendré un ojo de color plata para siempre. Es una especie de... maldición. Cada vez que pienso, cojo la mano, beso o tengo contacto con Liz me duele todo el cuerpo y la sangre circula muy lenta- sonrió- Colette se asegura de hacerme la vida imposible.
-¿Sabe Liz eso?
-No.
-¿Y porque me lo cuentas a mí?
-No lo se, tu no se lo digas ¿vale?
Asentí, aunque no estaba muy convencida.
Poco a poco me alejé, y llegué a un puerto, estaba anocheciendo, y aunque tenía más libertad con Colette, se me acababa el tiempo, me senté al lado de una pequeña barca, con los pies colgando por encima del agua, y me eché a llorar, sentí algo raro, como que mis poderes iban menguando, al igual que mi capacidad para estar en un lugar al pensarlo. Entonces noté una mano que me cubría la boca y algo afilado en el cuello, y escuché una familiar voz en el oido.
-Esta vez no te me vas a escapar preciosa- dijo la voz de un hombre, la voz del hombre que había matado a Rayne, intenté crear una ráfaga de viento, y salir pitando de allí al pensar en mi habitación de ''La Cueva'', pero no funciono, el pánico me inundó, mientras el filo de una navaja apoyado en mi cuello me hacía un pequeño reguero de sangre y la voz en mi oido susurraba:
-Tus trucos no te servirán de nada esta vez.




martes, 3 de septiembre de 2013

=LIZ=

Los días pasaron lentos y lo único que me alegró fue Noah. Uno de los días Eve apareció y se sentó con nosotros a la mesa. Vi que Amber y Flynn no se fiaban. Cada pestañeo que hacía era doloroso en el ojo de la cicatriz y ahora esta era completamente visible. Eve descubrió a Noah pero poco después se tuvo que marchar. Todo transcurrió con normalidad. Un día estaba con Noah en mi habitación cuando llamaron a la puerta. Me quedé a cuadros cuando vi a Amber en la puerta.
-¿Puedo pasar?-dijo incómoda.
-Claro-dije lentamente,  perpleja. Ella pasó y miró la habitación.  En etos casi dos años había "redecorado" la habitación y con redecorado me refiero que en cada centímetros de la habitación había un dibujo o un boceto. Amber se acercó a uno y lo cogió. Era el primero que hice en Italia, el de Aarón hace dos años,  el último día que fuí al instituto.
-Es idéntico.-dijo ella maravillada.
-Gracias. Eh...¿Querías algo?
-Si-dijo girandose lentamente.-¿donde aprendiste a moverte así?-la pregunta me desconcertó más de lo que estaba.
-¿A qué te refieres?
-El día que atacamos a Colette
-Ah, no...no lo sé, ni siquiera sabía que lo había hecho bien.
-Lo hiciste como si llevarás practicando de siempre.
-Pues la verdad es que nunca había peleado con eso.
-Bueno...aclarado esto...quería decirte algo más.
-¿Decirme? No me irás a prohibir...no sé...¿acercarme a Noah?-dije señalado al perro que descansaba sobre la cama.-Igual que me prohibiste ver a Aarón. - añadí en voz baja.
-De eso quería hablar. Lo siento, Liz.-esta conversación cada vez era más rara.  ¿Amber pidiéndome perdón? Seguro que era alguna broma pero si lo pensaba bien...¿Amber gastando una broma? Era tan imposible como esta conversación.
-No...no pasa nada-murmuré desorientada.
-Lo digo en serio, he sido horrible estos dos años,  lo siento mucho,  además ya eres mayor de edad y no tengo ningún poder sobre ti,  nunca lo tuve.
-Al menos lo aceptas.-dije suspirando-vale, disculpas aceptadas. ¿Algo más?
-No creo-dijo saliendo de mi habitación y cerrando la puerta. Me tumbé en la cama y Noah se acurrucó a mi lado.

EVE

Desperté y de repente todo era blanco, recordé lo ocurrido y hice una
mueca de dolor, entonces ví a Aarón sentado a mi lado.
-¿Como estas?
-Bien, apenas me duele, ¿cuanto tiempo a pasado?
-Un par de horas.
-¿Y que me he perdido?
-Pues... Colette casi te mata, aunque la he tranquilizado diciendole
que te necesita, Flynn está así así, pero le curaste bien, Amber no
tiene nada grave, pero si varias heridas superficiales, y Liz esta...
mejor-dijo y note lo mucho que deseaba estar con ella- Ah-dijo
sacandome de mis pensamientos- y se han llevado a Aitzea y a Mike,
estan bien.
Sonreí y me intenté poner en pie, pero él me lo impidió, será mejor
que no andes en unos días, no es muy grave, pero no querenos que
empeore.
Suspiré y asentí odiaba no poder hacer nada.

"Unos pocos dias despues..."
Ya podía andar perfectamente, y hechaba tanto de menos a Gabi que fui
a verle, de algún modo, sabía que a Colette no le importaba ya que me
viesen, Liz ya se encontrba bien y Amber tambien, Flynn aun estaba mal
por el hombro, pero mejoraba día a día, me trataban normal, pero yo me
sentía incomoda, subí a ver a Gabi, que me abrazó en cuanto supo que
era yo, me besó con fuerza, y yo le correspondí, estuvo media hora
preguntandome por mi pierna, hasta que le convencí de que estaba bien,
y me quedé a dormir con él esa noche, abrazados como siempre, desperté
con la cabeza apoyada en su pecho, le sonreí, nos preparamos y bajamos
a desayunar, Liz no decía nada, pero yo notaba en Amber y Flynn el
mismo desprecio con el que trataban a Aarón poco despues de que me
atacase aquella vez en la playa, entonces noté como algo pequeño y
suave me hacía cosquillas en la pierna, me agaché y con cuidado cogí a
un pequeño perrito en brazos, era una monada, me empezó a lamer la

mano con que le acariciaba.
-¿Y este pequeñín? -Dije.
-Es mi perro- dijo Liz con una sonrisa- se llama Noah.
-Hola Noah- dije sonriendo, de reojo ví como Amber ponía los ojos en
blanco, dejé al perrito y me despedí rápidamente, Aarón me llamaba,
supuse que sería algo de Colette, y no me convenía enfadarla más.

=LIZ=

Eve se desmayó y a mi me fallaron las piernas y el dolor de la cicatriz me estaba volviendo loca. Un hombre se me echó encima, saqué uno de los cuchillos del cinturón y se lo clavé en el estómago sin pensarlo dos veces. A otro le dí con el agarre del cuchillo en el cuello y cayó al suelo desmayado. El dolor era entonces cada vez mayor. Grite con ira a la vez que golpeaba con un cuchillo en cada mano a los que me atacaban. Miré se reojo a Flynn tumbado y Amber peleando. Tenía que pararlo, parar el dolor desesperante que sentía. Comencé a correr empujando a mas gente hasta que llegué a Colette que me miraba sonriente. Hundí uno de los cuchillos en su hombro y ella gritó,  la empujé contra un muro, puse el otro cuchillo en su cuello, ella sonrió
-Felicidades, eres tan zo**a como tu madre.
yo apreté el cuchillo, ella desapareció y con ella el dolor. Grite entre frustrada y alegre. Luego corrí hasta Flynn y ayudé a Amber contra los que quedaban que poco a poco salieron corriendo. Aarón apareció a mi lado.
-¿Estás bien?
Asentí. Aarón nos condujo a donde estaba Mike y la hermana de Gabi. Salimos de allí. Aarón desapareció despidiéndose de mí con una mano.

EVE

Al entrar me quedé asombrada, aquello era un arsenal lleno de armas,
había desde pistolas hasta espadas y arcos de madera, pasando por una
enorme coleccion de cuchillos, dagas, puñales, lanzas, mazas y algo
que supuse que eran puntas venenosas para flechas, yo sabía tirar con
arco, me encantaba, pero si Colette pensaba por un instante que me iba
a enfrentar a Liz, Flynn, Amber, Gabi o Will, estaba equivocada.
-Coge lo que quieras Eve- me dijo Colette- se avecina una batalla, y
hay que ganar.
Por intinto me acerqué a un arco de madera pulida, color caoba, pensé
en una diana y una flecha, que aparecieron al instante, repase lo aue
ya sabía, el arco cogido con la mano izquierda, a la altura de los
ojos, colocaba la flecha, tiraba con fuerza de la cuerda con dos
dedos, y soltaba. La flecha cruzó el aire y dió casi en el centro de
la diana.
Colette sonrió siniestramente mientras Aarón me miraba sorprendido.
Despues de una larga charla que no escuché de estrategias de combate,
Colette nos llevó a la calle, entonces sentí algo extraño, me quise mover y no pude "ahora
estas bajo mi control" dijo Colette en mi mente, mientras yo la miraba
con horror.
Cuando llegaron Liz, Amber y Flynn me sentí feliz porque Gabi y los
demás no hubiesen ido, entonces recordé que no me podían ver, aunque
supuse que ahora no contaba. Entonces mi cuerpo se movió solo, cogió
el arco y tensó la cuerda, la flecha envenenada apuntaba al corazón de
Amber, que me miró dolida, entonces su mirada se cruzó con la mia, y
vio que yo no controlaba lo que hacía, sino Colette.

 La cuerda se tensó y cuando creí que la flecha se iba a disparar el
arco se calló al suelo y un dolor horrible me recorrió. Vi entonces a
Liz, apuntándome con una mano. Me estaba controlando la sangre. Su
rostro sin expresión daba incluso miedo. Mi cuerpo se agachó para
recoger el arco mientras unos dolores horribles me recorrían. Volví a
apuntar, lágrimas de dolor me corrían por las mejillas. La cuerda se
tensó de nuevo como si no hubiera pasado nada, el dolor me abandonó.
Miré a Liz, su cicatriz ahora era visible y del color de la lava.
Gritó y yo solté la flecha. Amber se había apartado y sin darme cuenta
había apuntado a Flynn. La flecha le dio en el hombro. Cayó al suelo
pero se levantó, Amber se puso en frente suya y empezó a deshacerse de
los que trabajaban para Colette. Miré a Liz, su cara ahora era una
mueca de dolor pero luchaba contra el que se le ponía por delante com
destreza. Noté alguien a mi lado. Aarón apareció apretando los puños.
Incapaz de hacer nada por Liz.

 Ví como un cuchillo volaba y me rozaba la mejilla, provocandome una
hilera de sangre, escuché un grito y ví que el cuchillo estaba clavado
en la cadera de Colette, entonces sentí que ya no me controlaba, corrí
hacia Flynn, que me miró aterrado, por lo visto solo Amber había visto
que antes Colette me controlaba, hice aparecer un botiquín con curas
para el veneno con cuidadi y rapidamente le saqué el veneno, me
arranqué un trozo de la camiseta y paré la hemorragia el tiempo
suficiente para hacer aparecer unas vendas gruesas, le vendé, mientras
mis lágrimas se mezclaban con mi sangre, Flynn se puso en pié y
masculló un gracias, yo miré a Liz, que parecía mejor, y a Ambr que
estaba todeada de la gente de Colette, cogí una flecha y le dí a uno
que se acercaba a Amber por detrás, me miró con aprovación mientras yo
seguía disparando flechas a quién se acercase a ellos, Amber luchaba
con uñas y dientes, Flynn hacía lo que podía, y Aarón estaba junto a
Liz, Colette se puso en pié, y yo me elevé en el aire y tiré el arco todo lo lejos posible, cuando
estaba lo suficientemente lejos para que ella me viera, aparecí en
medio de la pelea, sentí el dolor en el muslo de un cuchillo de Amber
que debería haberle dado al hombre que tenía detrás, que estuvo a
punto de clavarme una daga en el brazo, la visión me empezó a fallar,
pero fui capaz de pronunciar las palabras "Corred, huid, no podreis
con ella" antes de que todo se volviera negro.

lunes, 2 de septiembre de 2013

=LIZ=

Un grito me despertó.  Bajé corriendo a la cocina poniendome los pantalones.  Cuando llegué Amber tenía un plato de cereales en alto y el pequeño Noah saltaba agarrandose a su pierna. Amber me miró.
-¿Qué es esto?
En ese momento Noah corrió hacia mí,  yo lo cogí y lo levanté hasta que estuvo a la altura de los ojos de Amber.
-Es un perrito ¿nunca habías visto uno?-lo acomodé entre los brazos.
-Me refiero a por qué está aquí.
-Bueno...su madre era mía así que supongo que su hijo también.
-No se puede quedar.
-Eso lo decidirá Flynn-sisee, nunca había vuelto a tener la misma relación con Amber desde lo que ocurrió con Aarón. En ese momento Noah se escapó de mis manos y me levanté para seguirlo pero Flynn entró con el en brazos, con una expresión de ternura.
-¿Quién es este pequeñín?
-Es Noah, mi perrito ¿se puede quedar?
-Claro que sí.
Miré a Amber sonriendo y ella hizo una mueca.
-¿Donde vamos?
-A por Colette,  ya se donde está -dijo Flynn. Yo me acerqué a él y puse la mano en su brazo.
-Allí está Mike, lo traeremos -él sonrió.
-¿Y quién se va a quedar con el perro?-dijo Amber. En ese momento un despeinado Will entró en la cocina y se me encogió el corazón pero no mostré ningún sentimiento.
-Yo lo haré- dijo encogiendo de hombros -no tengo nada más que hacer.
-Bueno entonces cada uno a su habitación, preparaos.
Cogí a Noah y subí a mi habitación. Me puse una camiseta azul marino, mi color favorito y unos pantalones ajustados.
Aarón apareció de repente detrás mía. Me giré y me choqué con él.
-Aarón ¿que haces aquí?
-¿No puedo venir a ver a mi novia?- el corazón de dió mil vueltas cuando pronunció <<novia>>-vas a necesitar algo más que esa ropa tan...-me miró de arriba a abajo y sacudió la cabeza. Puso las manos hacia arriba y se materializaron una pistola, tres cuchillos y dos cinturones para ponerlo todo, los cinturones se ataban en el muslo.
-Gracias.
-De nada-dijo adelantandose y empecé a besarlo,  un beso lento y tierno.
La puerta sonó y se abrió de pronto. Will estaba en la entrada. Me separé de Aarón que lo miró con indiferencia.
-Venía por el perro -dijo Will con voz ronca. Me destrozaba verlo así. Asentí y cogí a Noah, se lo puse a Will en los brazos, Noah gruñó.
-Oh, vamos, pequeño, Will es genial.- Pasé por su lado esquivando a Will, miré hacia atrás, a Aarón,  no podía mirar a Will.
-Adiós.
-Suerte- dijo desapareciendo.
Bajé al salón,  Amber de estaba metiendo cuchillos en las botas.
-Bien equipada-dijo Flynn. Amber se puso de pie.
-Vamos.

EVE

Después de desayunar decidí ir a buscar a Aarón, y que me llevase otra vez a aquella sala, pero no le encontré en su habitación, ni en la sala de la pantalla, asi que supuse que estaria con Liz.
Decidí investigar un poco, y avanzé por el pasillo, entonces ví a la hermana de Gabi, por un momento pensé que estaba muerta, ya que no se movía, pero enseguida ví que respiraba, me acerqué a ella y le hablé dulcemente, pero no reaccionaba, probé de todo, le hablé, pasé la mano por delante de los ojos, hice como si la fuese a pegar, la zarandee, pero ni pestañeó, entonces probé con el aire, le lancé una fuerte ráfaga a los ojos, pero ni se inmutó, me dolía que estuviese así, pero no podía hacer nada, asi que me fui.
Entonces escuché un ruido proveniente de otra habitación, me acerqué y ví a Mike, sentado en una silla, atado, sabía que él no podía verme, pero tenía que sacarle de aquí, mientras le obserbaba pensé en él, y en lo que sentía por mí, habíamos sido casi como hermanos, se preocupaba por mí, me escuchaba y tranquilizaba, me enseñó a usar mi poder, y yo nunca me imagine que pudiese estar enamorado de mí, entonces pensé en algo y lo intenté.
''¿Mike? ¿Puedes oirme?''
Ví como giraba la cabeza, desesperado por verme, y me pegué al muro.
-¿E.. Eve?- dijo- ¿Estas ahí? ¿Colette te ha hecho algo?
''Si, estoy aquí, tranquilo estoy bien, no puedes verme porque Colette me haría daño, y la única verdadera forma de hacerme daño es haciendoselo a las personas que quiero, pero podemos hablar''
-¿Como,,, como te has metido en mi cabeza?
''No lo se, desde que estoy aquí con pensar las cosas basta para que ocurra, ir a un sitio, cambiarme de ropa, hablar con la mente...''
Desistió de intentar desatarse, y se calmó.
''¿Y tu? Estas bien? ¿Que te a hecho Colette?''
-Solo atarme aquí, pero me ha dado de comer, y de beber, no.. no lo entiendo.
''Ni yo- dije suspirando- Mike, tengo que irme, Colette no puede verme, lo siento, estaré atenta, para que no te haga nada, te lo prometo- pensé.''

Justo cuando me giré para irme me choqué con Aarón, que se puso serio de repente.
-¿Te ha visto?- dijo en un tono tan seco que me asusté.
-No- dije, con toda la convicción que pude.
-Pero habeis hablado- dijo más para sí que para mí.
-Algo así- respondí.
-¿Como que algo así?- me estaba mirando fijamente a los ojos, y me puse nerviosa.
-Digamos que... yo no hablaba exactamente, era como... tele patía- me miró sorprendido.
-¿Donde has aprendido eso?
-Eeehh, no se, desde que llegué aquí, si pienso en un lugar estoy allí si qyuiero llevar puesto algo de repente lo llevo, y también esto, me comunico sin hablar.
-Pero... ¿Como es posible? Colette estuvo dos años enseñandome para poder hacer todo eso, y tú lo has conseguido en dos días, y sola, no es posible, hay algo raro en ti.
-Yo... no se, simplemente ocurre- dije, esto era cada vez más extraño.
Aarón se giró de golpe, como si le hubiese gritado al oido algo invisible, entonces yo también lo oí. Era la voz de Colette:
''Los dos, venid, ya'' Su tono era implacable, aunque no enfadado.
-Colette nos llama ha dicho que...
-Lo he oido- le corté, y como guiada por un instinto empecé a avanzar hacía una zona que no conocía, de repenté, sentí que era aquí, estabamos antes una puerta de metal, Aarón también estaba allí, me había seguido.
-¿Como has sabido...?
-No lo sé, instinto, supongo sentía que debía avanzar en esta dirección.
Puse la mano en el pomo de la puerta, tenía un mal presentimiento, y ultimamente mi instinto, presentimiento o lo que fuese no me fallaba. Cogí aire y entré.

=LIZ=

Llegué a casa a la vez que comenzaba a chispear y tenía pinta de ser una tormenta de verano. Me cambié rápidamente y me recogí el pelo en una coleta alta para que no se me enredada. La lluvia se fue intensificando y yo cada vez me sentía mejor, hacía tiempo que no llovía y me encantaba la lluvia. Llamaron a la puerta. Lentamente me levanté y abrí.
-Mike ha desaparecido-era Flynn y parecía destrozado.
-Pues hay que empezar a buscar y tengo una corazonada -él sonrió levemente.
-Tu siempre pareces decidida a todo. Mañana empezamos a buscar, de momento descansa -dijo simplemente y se fue por el pasillo.
-Tu también-dije suspirando y cerré la puerta.
Me metí en la cama y pronto caí dormida oyendo el repiqueteo del agua.
La niña entró corriendo en el salón con la cara surcada de lágrimas y corrió luego hasta debajo de la escalera. Sus pequeñas manos se apretaban contra su cara. El dolor no cesaba y la niña contenía los gritos para que ella no la encontrará. Se mordía con tanta fuerza el labio que empezó a sangrarle. La pequeña perrita se metió también debajo de la escalera y la niña la cogió y abrazó con una mano. La perrita la miró y se acurruco contra ella. Una mano cogió del brazo a la niña y la sacó de allí de un tirón. Su madre la miraba con locura en los ojos. El padre volvió a aparecer y cogió el brazo a la madre, ella gritó, la pequeña perrita le había mordido con todas sus fuerzas en la pierna. La madre salio de ahí gritando y el padre se arrodilló junto a la niña, le apartó la pequeña mano de la cara y la miro con horror.
Abrí los ojos empapada en sudor. Me levanté corriendo en dirección al baño y puse la cara debajo del grifo. Me miré al espejo y me concentré, allí estaba, la cicatriz en forma de media luna, como tinta negra. Aparté la vista del espejoy salí al balcón, empamandome, la lluvia era fuerte y salvaje, se salia de las alcantarillas y corría por las calles. No me moleste en usar mi poder para no mojarme. Me escurrí por la barandilla hasta quedar sentada en el suelo. Me abracé a mí misma y me encogí cerrando los ojos.
Quería llamar a Aarón pero me sentí mal por Will, últimamente estaba muy distante con él. De repente la cicatriz empezó a quemar y la voz de Colette resonó en mi cabeza. "Yo tengo a Mike, yo tengo a Eve...yo tengo a Aarón...hija mía, no puedes ganar, únete a mí y se feliz al lado de tu amor y tu mejor amiga...no puedes ganar"
-¡Déjame en paz, bruja!
Abrí los ojos y sentí que tenía razón, no podíamos ganar. "Te lo dije, puedes perder y ser encerrada...o ser feliz"
-¡Sal de mi cabeza!-grité más alto.

No lo aguanté más. Llamé a Aarón y al momento el estaba arrodillado junto a mí. El agua empezaba a empaparle y la lluvia comenzó a resbalarse por su cabello mientras la camiseta se le iba pegando al cuerpo. Me cogió de la mano y me ayudó a levantarme. Me abracé a él, sentí que si me soltaba me caería. "Él no soporta ver llorar a nadie por algo que pasó y tu juraste no llorar por algo que pasó...bonita coincidencia" murmuró Colette en mi cabeza.
-Colette-murmuró Aarón serio, al parecer, el también lo había oído. "Aarón...no seas aguafiestas, solo intento divertirme"
-Vete-dijo desafiante.
"Está bien...está bien mi querido magito, gracias otra vez por traerme a Mike"
Aarón soltó una palabra bastante malsonante.
-Tu te lo llevaste-dije casi susurrando.
-Lo siento...tenia que hacerlo...yo...
-Lo sé, Aarón, tu hermano...
-¿Cómo...
-Una vez te vi mientras Colette decía que si no atacabas s Eve le haría algo a tu hermano...
Cerré los ojos cansada.
-Lizzy, tengo algo para tí.-Me puso al lado de la barandilla para que me agarrara y no perdiera el equilibrio. Aarón acunó las manos y entre ellas apareció una maraña de pelo blanco. Subí la mano para que la lluvia no mojara aquello que Aarón tenía entre las manos. Abrí mucho los ojos.
-¿La perrita Dama?-dije, así es como llamába a la perrita que tube en Noja <<Perrita Dama>>
-En teoría es su hijo-dijo Aarón sonriendo. El pequeño perro blanco alzó la cabeza e hizo un ladrido feliz.
-Vamos dentro antes de que coja un resfriado-dije entrando en la habitación, con un pequeño movimiento de manos me deshice de todo el agua y la humedad que teníamos y cerré las puertas de la terraza.
Aarón dejó al perro en el suelo y el empezó a corretear por la sala hasta que se acurrucó a mis pies.
-Muchísimas gracias , Aarón, en serio.-el perrito ladró apoyando mis palabras.
-De nada¿Cómo lo vas a llamar?-dijo sentándose en un lado de la cama.
Cogí al perrito y lo miré de cerca, él me lamió la mejilla y yo sonreí.
-Noah, se llama Noah ¿verdad, pequeño? -pregunté y el ladró feliz.

domingo, 1 de septiembre de 2013

EVE

Como si hubiese escuchado mis palabras, Colette entró en la habitación y me llevó a la sala de la pantalla, en ella había una imagen de alguien que no conocía,
iba con un traje de fiesta y una mascara que le cubría la cara entera, una mascara veneciana, entonces me dijo que esta iba a ser la ultima persona que tenía
que traer, que luego me daría otro tipo de misiones, y tal vez me dejaría visitar a Gabi cuando quisiese, bueno, con menos libertad que Aarón, pero podría por
ejemplo pasar una noche con el, me imagine que aquello era como una especie de ascenso. Me dio para hacerlo seis horas, como la otra vez, y aparecí al lado
de una gran mansión me asomé con cuidado por una ventana y vi dentro a Liz, vestida de fiesta, con el pelo recogido en un moño y dos mechones sueltos, uno
 a cada lado de la cara, y un sombrero, también vi que tenía una bonita mascara que le cubría media cara, estaba al lado de una bebida de color rojo, y a Flynn y
Amber, también vestidos de fiesta estaban mas allá, y apenas se les distinguía, entonces me miré un momento y vi que llevaba un vestido ceñido en el torso, y
con un poco de vuelo en el resto del cuerpo, tenía manga larga y llegando a la mano se abría como una pequeña falda, el vestido tenía un aire medieval era rojo,
con adornos dorados a los bordes, y llegaba hasta el suelo, me llevé una mano a la cabeza y noté que tenía el cabello rojo recogido en una pequeña coleta, y el
resto suelto sobre los hombros, acerqué la mano a mi cara y noté que llevaba una mascara, miré mi reflejo en una ventana y ví que era negra, con el borde
recubierto de lentejuelas plateadas y los ojos rodeados de lentejuelas y purpurina roja con una pluma a cada lado de la cabeza, rojas, miré dentro y todo el mundo
iba vestido más o menos como yo, me puse en pie y me acerqué a la puerta, había localizado al hombre al que tenía que llevar con Colette, después de llevárselo,
iría a por Mike, en la puerta el gorila me miró y me preguntó el nombre, sin saber de donde lo había sacado dije Abrianna Mancini, me dejó pasar y ví en seguida a
mi objetivo, me acerqué a el con una sonrisa.
-Bonito traje- me dijo.
-Gracias.
-¿No hace mucho calor aqui?- Preguntó- Deberiamos ir fuera.
Asentí, me cogió de la mano y me llevó fuera, estábamos en la parte de atrás de la casa, y se acercó a mí poco a poco, yo le sonreí, estaba muy cerca de mí, entonces
subí con un ágil movimiento la rodilla, el soltó un gritito de dolor, y le dije:
-Lo siento, pero has intentado ligar con la chica equivocada- pensé en la sala de la pantalla y aparecí allí Colette no estaba, dejé al tío dormido y volví, aún llevaba el traje.
Esta vez aparecí junto al acantilado, ví a Mike, y a Aarón y fuí corriendo hacia él.
-¡Espera!- le cogí del brazo y se paró- no le lleves, a Mike no, no se para que quiere Colette a estas personas, pero aún me siento fatal por haber llevado a la hermana
de Gabi, no puedo permitir que le lleves también a el, aunque Colette no le haga nada.
Aarón suspiró.
-Eve, lo siento, pero no tengo elección.
-Tiene que haber alguna forma.
-No la hay, y deberías irte antes de que nos oiga y te vea, te prometo que vigilaré lo que Colette le haga, pero debo llevarlo.
-¿Y si lo llevas, y yo le ayudo a escapar? Colette me necesita, y me da igual que me haga daño, sería mi culpa, no la tuya, y él estaría bien.
-Eve, no- dijo duramente, dijo unas palabras y aparecí en mi habitación dentro de la ''cueva'' de Colette, maldije por lo bajo, pero sabía que no podía hacer nada para
 evitarlo. Pensé en Gabi, y decidí ir a verle, primero miré por la bola que no estuviese en la fiesta, no podía arriesgarme a que me viese alguien.
Estaba en casa, tumbado en la cama, solo, la angustia me recorrió y unos segundos después estaba a su lado, se sobresaltó al verme pero enseguida corrió hacia mí.
-¡Eve! ¿Estas bien? ¿Colette te ha hecho algo?
-No tranquilo, estoy bien, he venido a verte- le abrazé con cariño, y el me besó.
-¿Puedes quedarte aquí esta noche? Me siento muy solo, sueño contigo y al despertarme y no verte siento que me voy a morir.
-No lo sé, pero me puedo quedar un rato, siempre que no me vea nadie más, en teoría tengo seis horas, bueno ahora cinco, asique si no me ves por la mañana, es que
no tengo mas tiempo, pero que quedare contigo hasta entonces- dije entonces reparó en mi extraña vestimenta.
-¿Y eso?
-He tenido que ir a una fiesta, pero ya he terminado allí- dije, aunque no sabía muy bien como quitarme ese vestido, entonces pensé en que cuando había querido ir
a un sitio desde que estaba con Colette solo me había hecho falta pensarlo, pensé en que llevaba puesto mi pijama y que el vestido el peinado y la mascara estaban
en el sitio del que hubiesen salido, me miré y llevaba puesto mi pijama, sonreí y Gabi me miró asombrado. Puede que no supiese hacer magia como Aarón, pero esto
me bastaba, estaba helada. como antes llevaba el vestido de manga larga no me había dado cuenta de lo fría que era la noche, me metí en la cama, y Gabi me abrazó,
 me quedé dormida al instante. Cuando me desperté estaba en la cama de la habitación de Colette, tapada hasta el cuello por una manta, esperé que Gabi no se
hubiese molestado al no verme, me levanté y vi una bandeja con el desayuno sobre la mesa, ''¡Bien!'' pensé, estaba muerta de hambre.

=LIZ=

"¿Que tipo de fiesta es?"
"Una de máscaras" susurró Aarón en mi cabeza. 
"Recibido"
Se lo dije a los demás. Esa noche era la fiesta y ya sabíamos donde estaba la casa a la que había que ir. Subí a mi habitación. 
Me puse un vestido muy ajustado y con vuelo en la parte de la falda, unos tacones con tirad de cuero negro wue me subían por las piernas y un sombrero también negro; metí todo mi pelo en un moño dentro del sombrero con dos mechones saliendo a cada lado de mi cara. Cogí un bolso pequeño y bonito de piel y metí mi media máscara (dejaba a la vista de la nariz a la barbilla) en él. Bajé, Amber estaba vestida muy elegante con un vestido largo y Flynn con un traje. Mike y Will se quedaron en casa. Fuimos hasta el local de la fiesta y nos pusimos las máscaras. Entramos tranquilamente sin hacer caso al gorila de la puerta. 
Allí vimos a un monton de gente, el sitio estaba lleno de color, me
acerqué al ponche, mientras Amber y Flynn se iban a investigar.
Me dirigí a el lugar de las bebidas y escogí una rosada entre muchad de colores.
Me aleje y me apoyé en una pared. De repente tuve un escalofrío y miré a un lado; una chica más bajo que yo con unos rizos rubios teñidos y muy familiares me miraba con interés.
-¿Como te llamas?-preguntó inconecte-yo soy Olimpia-y también dijo un apellido que me cuesta recordar porque era demasiado extraño-, ¿y tu?
¡Olimpia! Estaba claro que era ella. Me mordí el labio pensando un nombre y un apellido.
-Adrianna Bassi.
-Es genial tener una chica tan elegante y joven como yo. Los demás son todo hombres.-me dirigió una mirada indescifrable y añadió-y son todos míos.
Otro escalofrío me recorrió de arriba a abajo, pero no se me notó. Hacía tiempo que no practicaba ocultar emociones y empezaba a hacerseme difícil. Asentí.
-Eres muy misteriosa, Adrianna. ..me gusta. Deja que llame a mi pareja y te la presento.
"¿No puedes dejar presumir?"pensé.
Entre tanto, Olimpia había llamado a un hombre que se aproximaba...era Juanjo. Intenté no mirarlo fijamente para que no me descubriera.
-Que amiga tan guapa-dijo a Olimpia que lo miró con desaprobación. Una mano se enredó en mi cadera y una fragancia que era tan conocida para mí nos envolvió; Aarón estaba allí.
-¿Qué tal chicos?-dijo sonriente.
-Muy bien, Aarón.-dijeron al unísono menos que Olimpia añadió lo de <<Aarón>>. Y también la diferencia era que Olimpia lo dijo con ojos de cachorrito y Juajo en modo aburrido.
-¿Conocéis ya a Adrianna? Es de las mejores que he conocido.-dijo mirandome a escasos centímetros de mí,  yo aparté la mirada con determinación. ¿Cómo sabía lo de mi nombre?
-De las mejores ¿en qué cosa?-preguntó Juanjo.
-En todo.-murmuró poniendo sus labios en mi cuello. Los ojos de Olimpia se abrieron de par en par y yo puse una mano en el pecho de Aarón indicando que se separara. Lo hizo, pero poco.
-Bueno, por fin alguien que consigue dominarte.-dijo Juanjo.
-No del todo.-espetó mirando desafiante a Juanjo.
-Aarón. -dije a la vez que Olimpia decía <<Juanjo>>. Pararon entonces pero Aarón consercaba una sonrisa de suficiencia.
-Bueno, tengo que irme ya-se acercó a mí oído. -te veo luego "Adrianna"-murmuró poniendo mucha ironía en el nombre. Se apartó y cuando me fuí a girar para decirle adiós me encontré con sus labios. Se inclinó más en el beso mientras me presionaba contra el por la cadera. Olimpia miraba con envidia y Juanjo estaba que hechaba humo. Se separó poco después.
Me giré hacia Olimpia y Juanjo, él se fue dando grandes zancadas. Olimpia se acercó a mí.
-¿Como lo has hecho?-dijo perpleja
-¿el qué?
-Gustarle a Aarón, nunca se le ha visto con nadie,  bueno con "amigas" pero nunca había estsdo tan...entregado...
-Lo primero, no somos novios, y a la pregunta...no lo sé.
-Uff menos mal...entonces espero que un día me coga por banda y me bese igual.
-¿Tu no estabas con Juanjo?
-Es el mejor de los que puedo acceder. Pero realmente,todas las mujeres del local suspiran por Aarón. Mayores y menores, yo incluida. Bueno, tengo que irme, adiós.
Cuando la hube perdido de vista me giré y encontré a Flynn y Amber; ella sacudiendo la cabeza. -Tenéis algo?
-Sí,  vamonos.