Desperté un poco después, a mi lado, Will dormía plácidamente y los ojos
se me empañaron, estaba jugando con el, ni yo misma sabia lo que
quería. Me levanté y me vestí con lo primero que encontré. Cogí fuerzas y
me tumbé de nuevo en la cama. Me acerqué a Will y le besé la mejilla,
el abrió los ojos.
-Hola-dijo susurrando.
-Hola-susurré en el mismo tono.
El se incorporó.
-Voy a darme una ducha, luego iré a pasear por si quieres venir, después deshare la maleta.
Le sonreí y asentí, el se levantó, se vistió y se marcho.
Cuando se cerró la puerta la sonrisa se me borró y de repente me
encontraba con un fuerte dolor de cabeza, me abracé a mi misma tiritando
a pesar de que hacía buena temperatura.
-¿Puedo pasar?-susurró la acariciadora voz de Aarón desde la puerta del balcón.
-Si-dije susurrando sin mirarle.
Aarón se puso a mi lado y me abrazó, sentía su respiración en mi pelo- estás helada-dijo apretandome contra él.
-Will,le estoy mintiendo, jugando con él...-musité.
-No es verdad.
-Aarón, soy egoísta.-mi voz temblaba cada vez más y
el dolor de cabeza hacia girar más rápido el mundo a mi al rededor.
Cerré los ojos.
-Lizzy, tranquilizate, estás enfermando.
-No es justo Aarón,no es...justo.
Aarón puso su mano en mi frente y la noté helada.
- dios mio, estás ardiendo.
-No...no...yo tengo frió.
Aarón presionó su mano contra mi frente y la temperatura se fue calmando.
-Mirame-dijo Aarón-mírame-con la otra mano en mi barbilla alzó mi cara.-maldición
-¿Qué pasa?
-Colette quiere jugar, te echó una maldición, cada vez que te alteres te
pasara esto...-lo miré fijamente, miré como esas manchas plateadas
navegaban por los ojos verdes de Aarón.-espera-dijo tumbandome en la
cama, puso una mano en mi frente y otra en el corazón y empezó a
murmurar con los ojos cerrados. Cinco minutos después los abrió con una
mueca, yo me incorporé y le acune la mejilla con la mano.
-¿Que pasa?¿Que pasa?-dije alarmada.
Las manchas plata de sus ojos estaban desbocadas y corrían de un lado a otro. Aarón cerró los ojos frunciendo el ceño.
-Te he quitado la maldición-dijo respirando entrecortadamemte-solo te
dolerá cuando Colette este en contacto visual contigo y quiera hacertelo
pasar mal.
-Aarón, no deberías...¿Qué es la plata de tus ojos? ¿Qué son esas
manchas?-dije cada vez más preocupada. Aarón aún no había abierto los
ojos.
-No son...nada.
Abrió los ojos y yo ahogué un grito y me eche para atrás. Los ojos de Aarón eran de plata brillante y con un brillo siniestro.
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