lunes, 30 de septiembre de 2013

=LIZ=

Sus ojos eran a la vez tan terroríficos como hermosos, me los quede mirando y ví como un pequeño puntito verde en el ojo izquierdo luchaba por no morir pero al instante era también de color plata. Me acerqué a él y me quedé a un centímetro de su cara, inspeccionando sus hipnotizarores ojos. Él se inclinó y me besó, noté que estaba con el corazón a mil y que temblaba levemente pero yo lo cogi el brazo, lo tumbé en la cama de un golpe y me puse encima.
-No me marees, ¿qué es eso es tus ojos?
-Es algo de magos.-dijo rápidamente.
-Parece como que te molesta.
-Simplemente no quería tener esta marca de mago, hay muchas mas pero a mi me ha tocado esta.
Yo sabía perfectamente que mentía pero no quería insistir.
Aarón sacudió la cabeza.
-Tengo que decirte algo-me separé de él.
-¿Qué pasa?-dije hipnotizada de nuevo por su mirada.
-Will tiene que irse.
-¡¿Cómo?! ¡¿Es que estás celoso...
-No-dijo cortándome-no soy celoso, me parece una estupidez. Will tiene que irse porque Colette lo busca y a él no tiene por qué mantenerlo con vida.
-¿Por qué lo busca?
-Colette quiere hacer daño y Will es la presa más débil,  podría ir tras Flynn pero seria mucho más difícil.-me pasó un brazo por el hombro.-¿entiendes por qué tiene que irse?Colette quiere matarlo,  matarlo de verdad y sin miramientos.
-Está bien-susurré-está bien.
-Lo siento-dijo en el mismo tono y me besó en la frente.
Se incorporó para levantarse y volví a mirar a sus ojos plateados que seguían transmitiendome escalofríos y descubrí que era lo que había en sus ojos: nada. El desapareció detrás de la puerta del balcón y yo fuí a la habitación de Will. Abrí la puerta. Cogi aire, si le dijera que Colette le perseguía le daría igual y se quedaría, necesitaba darle un motivo para que se fuera, necesitaba quitarle un motivo para que se fuera. Will salio del baño con su pelo rubio mojado y sin camiseta, me dio un vuelco al corazón, lo iba a destrozar.
-Tengo que hablar contigo-dije firme.
-Adelante, cierra la puerta.-dijo mientras se ponía una camiseta. Lo hice, me acerqué a una silla y me senté,  el hizo lo mismo en la cama, en frente mia. Cogí aire interiormente y me armé de valor.
-Quiero que te vayas.
-¡¿Qué?!-dijo el desconcertado.
-Ya me has oído,  no tienes por qué quedarte.
-Pero...tu...antes...-dijo tan desconcertado que las palabras se le juntaban en la boca.
-Nadie te echará en falta aquí,  seguro que en Londres te echan de menos.
Su cara estaba desfigurada,  con la boca abierta,  los ojos muy abiertos y un gesto de dolor. Aparté la mirada.
-¿Tu...no...me quieres?
Mi corazón parecía como si alguien intentara ahogarlo, como una mano apretandolo. Lo miré a los ojos.
-No.





Había pasado ya bastante tiempo, ni rastro de Colette ni Eve, aunque Aarón aparecía de vez en cuando. Me arrepentía de haberle hecho eso a Will, pero ya no se podía cambiar, él se había ido. Me levanté de la cama arrastrando los pies, Noah dormía al final de la cama. Me metí en el baño y me dí una ducha, salí y me vestí con unos pantalones negros y una camiseta azul oscura, del color de los ojos de Will, me deshice de ese pensamiento. Miré por la ventana, estaba nublado. Me giré y le acaricie la nariz a Noah, que se despertó estornudando, el sonidito que hizo me despertó una sonrisa.
-Vamos a pasear.-dije con ternura, el se desperezó y salimos a la calle. Era pronto y por la calle solo había coches y algunas personas que habían salido a pasear. De repente Noah se paró en seco y me acerqué a él pero empezó a correr muy rápido, lo seguí gritando su nombre para que parara, giró en una esquina y lo seguí, él estaba haciendo un ruido de enfado.
-¿Qué pasa?-dije un poco asustada.
Subi la mirada hacia donde estaba mirando Noah, un hombre me miraba, un hombre alto y musculoso, con cuchillos en el cinturón, me pregunté porque no usaría pistola y también me pregunte por que nadie de los que pasaban por la salida del callejón se daban cuenta. De repente saco un cuchillo del cinturón y me atacó, yo me agaché evitandolo y le puse la zancadilla,él se calló pero al momento estaba de pie otra vez. Le dí una patada en el estómago y él volvió a atacar con el cuchillo pero le cogí el brazo con todas mis fuerzas porque la suya era mucha, le retorcí la muñeca hasta que soltó el cuchillo, lo cogí con la otra mano y me lo puse horizontalmente en la boca, le cogí otro cuchillo del cinturón y le solté el brazo. Solo le quedaba un cuchillo, lo saco y me atacó de nuevo, esta vez mas fuerte, con un cuchillo en cada mano, le paré su ataque, me dolían los brazos de aguantar su fuerza. Mis sentidos no estaban lo suficientemente despejados como para usar mi magia, por eso no lo había usado aún.
-¡¿Qué quieres?!-le pregunté. Él sonrió, una sonrisa sin dientes.
-La hija de Colette pelea genial...pero no lo suficiente.-volvió a contraatacar y yo lo paré clavandole un cuchillo en el hombro, lo volví a sacar al segundo, el grito. Ya me había enfadado.
-No me descartes tan pronto-dije entre dientes.
Le di otra patada en el estómago, y luego otra, su herida sangraba. De repente sentí un dolor en la parte de las costillas y luego un líquido cálido: estaba sangrando.
Mi siguiente cuchillada fue directa al corazón pero él lo bloqueó, el atacó y me aparté, perdí la noción del tiempo entre ataque y ataque hasta que el cuchillo se clavo hasta el mango en su corazón y calló al suelo. Me aparté sin creermelo, lo había matado, dejé caer el cuchillo. Miré a Noah que estaba acurrucado en un rincón. Le cogí y me alejé corriendo.

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