domingo, 29 de diciembre de 2013

=LIZ=

 Will me siguió mientras corría entre la gente y la nieve. Hice que se le congelara la nieve alrededor de los pies y no pudiera moverse, gané tiempo. Seguí corriendo hasta que llegué a un pequeño bosquecillo nevado, pasé
entre un zarzal, y me corté en las manos y la cara. Al poco rato, llegué a un pequeño lago, moviendo rápidamente la mano, me lancé al agua y aparecí en una fuente, cerca de un aeropuerto, pero donde no había nadie, me imaginé a Will buscándome y se me encogió el corazón, le había hecho daño otra vez. Aunque sabía que no me podía seguir. Esperé un rato, y cuando estuve seca -más o menos- cogí un vuelo a Italia.

EVE

Llegué al lugar del que provenía el ruido y vi a la hermana de Gabi,
se había liberado, me miró, y con una mirada me lo dijo todo, estaba
de nuestro lado contra Colette, nos quería ayudar, era fuerte, estaba
en nuestro "grupo". La cogí de la mano y nos llevé a la casa,
aparecimos delante de Gabi, Flynn, Amber y Mike, en cuanto le
reconoció, Gabi y ella se abrazaron, después de hablar un rato, le
asignamos la habitación de Liz, y unos días después, estaba todo
listo, Colette estaba débil, así que mientras se recuperaba, yo
pasaría todo el tiempo con ellos, Colette no podía retenerme, día a
día, vi como Mike y Yes (no era su nombre, pero ella misma dijo que
esto era como empezar de cero, así que a partir de ahora era Yes)
pasaban muco tiempo juntos, y estaban bastante felices, lo cual me
alegró mucho.
Habían pasado unas cuantas semanas, y ya casi era Navidad, de vez en
cuando hablaba con Liz, y visitaba a Aarón, que era el único que sabia
lo que de verdad ocurría respecto a Liz, a pesar de 

estar en Italia, hacia frío, y aunque las cosas estaban tranquilas,
nos faltaba algo de alegría, por lo que propuse tener una buenas
Navidad, y entre todos, no pusimos a preparar el árbol.
Mientras lo montábamos, pensé en todo lo que había pasado ese año,
había habido muchos cambios, y todos habíamos cambiado, Amber apenas
había cambiado, era bastante alta, y con su pelo negro, cuando se
ponía seria asustaba, aunque ahora se la veía más contenta, llevaba
unos vaqueros ajustados negros, y una camiseta ceñida azul marina,
junto con unos tacones altos, Flynn había crecido, era más alto, y
bastante guapo, Mike había cambiado mucho, era más alto y más fuerte,
y se le veía muy feliz, Gabi también había crecido, físicamente había
cambiado poco, pero se le notaba.... mayor, Yes... era la nueva Yes, y
era guapísima, ahora se vestía como una emo, siempre llevaba la raya
pintada, lo cual le quedaban genial a sus ojos, eran preciosos, verde
claro con pequeñas rayas verde oscuro, el pelo negro y 

largo, (aunque no tanto como el de Amber) y con pequeñas mechas de un
rojo oscuro, llevaba un vestido negro, unas medias transparentes y
unas botas altas negras, estaba guapísima, y por ultimo yo, había
crecido algunos centímetros, tenía el pelo más rojo, largo y ondulado
que nunca, y llevaba un vestido largo, verde claro, y unos zapatos de
tacón negros, si, en definitiva, todos habíamos cambiado.
-¿Eve? ¿Eve me estas escuchando? -me dijo entonces Gabi
-¿Qué? Perdona, estaba....
-En tu mundo, lo sé. Te decía que si sabes donde está la estrella.
Miré el árbol, casi terminado, y negué con la cabeza.
-¿Y qué hacemos sin estrella?- preguntó Mike
-¡Eh! He dicho que no sé donde está, no que no pueda conseguir una-
dije con una sonrisa traviesa, cerré los ojos, y el momento tenía una
estrella en las manos, era divertido ser la única que podía hacer eso.
-Bueno, ¿y quién quiere colocarla?- dijo Flynn.
-Yo creo que lo debería hacer Yes- dije, esta se sonrojó un poco, y
la colocó- Bueno, ya está todo listo para esta navidad.

Sonreí mientras Gabi me rodeaba con un brazo. Me habría gustado
quedarme allí más tiempo, pero tenía cosas que hacer.

jueves, 26 de diciembre de 2013

=LIZ=

Había pasado un tiempo desde que había empezado a buscar a Will. Hasta que al final descubrí que se habían mudado desde la última vez que estuve en Londres.
Encontré la casa de Will y sentí mi corazón acelerarse y temblar a mis piernas. Cogí aire mientras creía que el corazón se me iba a salir del pecho. Abrí la verja y fui caminando lentamente hasta las escaleras, las subí despacio y llamé a la puerta. El estómago se me estaba encogiendo, la puerta se abrió y Will salió a la entrada. Sin darme cuenta estaba en sus brazos apretandome a él como si la vida me fuera en ello.
-Estás bien, estás bien- repetía una y otra vez en voz baja.
Will me apartó.
-Er...perdona, ¿te conozco?
Me quedé con la boca abierta.
-¿Co-como?-tartamudeé.
Miré a la ventana que había al lado de la puerta,  me reflejaba, forcé la vista y la vi,  allí estaba Will y...otra chica, con el pelo castaño claro y los ojos marrones,  era muy guapa. Lo comprendí y empecé a pensar en un plan para despedazar lentamente a Eve.
-Oh...perdona creo...que me he confundido-dije casi en blanco ¿y ahora? ¿que hacía?  ¿irme sin más?
Una mujer de cabello canoso entró por la puerta.
-¿Ocurre algo, William?
Will la miró y sonrió.
-No, mamá, es una compañera de clase, se llama eh...-me miró buscando una respuesta.
-Adrianna, Adrianna Bassi, vengo de intercambio de Italia,  encantada de conocerla.-le dediqué una sonrisa cariñosa.
-Oh...y ¿Qué querías?
-Es un trabajo de clase, mamá- dijo Will- Por favor, pasa- me dijo.
Entré en la casa callada, no sabia que hacer, me habían engañado.  Will me guió hasta su habitación,  me hizo pasar y cerró la puerta. Me senté en una silla en el escritorio,  con la mirada perdida. Will se puso de rodillas a mi lado, apoyándose en mis piernas y cogiéndome las manos. Por dios, me había tomado por una loca, se estaba copadeciendo de mí, tratándome como a una enferma metal.
-¿Te encuentras bien? ¿Donde está tu familia?
Will me miraba con compasión, como a una loca, genial.
-Oh...eh...-negué con la cabeza,  pues las palabras no me salían.
Él me acarició la mano y yo le solté.
-¿Crees....qu-que estoy...loca?- le pregunté.
-Por supuesto que no- respondió sonriendo.
-¿Y por qué me has dejado pasar?
Will calló.
-Crees que estoy loca -sentencié.
-Loca no es malo.
-Para muchos si.
-Para mí no.
-Para los demás si.
Desvíe la mirada y el alma se me cayó a los pies, sobre el escritorio había una foto nuestra, de Liz y Will a los catorce años. Unos niños con la carita aún un poco redondita, la niña no sonreía,   el niño en cambio sí lo hacía. Me fijé,  sí,  la niña sí sonreía y miraba de reojo al niño.  Sentí ganas de llorar, antes todo era diferente,  era feliz con la vida que tenia.
-Es una amiga- dijo Will haciéndome volver al mundo real.
-Parece muy aburrida y sosa.
-Puede parecerlo pero en realidad es la mejor persona que he conocido.
<<Quizá es que no has conocido a suficientes personas>> pensé pero no fui capaz de decirlo.
-Siento que me hayas tenido que meter en tu casa, ahora mismo me voy- dije mirándolo. Me fuí a levantar pero el me retuvo.
-No, me caes bien ¿te puedo llamar Adri? 
Yo asentí.
-Gracias.
-Bueno, si vamos a ser amigos tienes que contarme cosas de ti.
-Vale. Pues me gusta el az...-recordé que no podía ser Liz, ahora era Adri- el verde, el verde, me gustan los gatos y la nieve. Te toca.
-Me gusta el azul, el mar y hacer sonreir a los demás.
Luego estuvimos una hora contandonos gustos y experiencias, las mías,  inventadas. En medio del cuestionario la madre de Will entró diciendo que ella y el padre irían a comprar.
-¿Ya somos amigos?-dije al fin.
-Claro.
Will se levantó, miró por la ventana y luego sonrió.  


-¿Te gustaba la nieve no?
-Si- me levanté yo también pero no me dejó verlo. Me cogió la mano y bajamos corriendo las escaleras hasta el patio de atrás. La nieve estaba cayendo y el suelo se había llenado con un manto blanco, me quedé maravillada, hasta que sentí un frío helador en la espalda,  me giré y vi a Will en posición de tirar una bola de nieve. Sonrió y yo me agaché, cogí una bola gigante y se la tiré,  empecé a reirme. Will había caído al suelo y se levantó,  cogió dos bolas y estuvimos haciendo una batalla de bolas durante unas dos horas, cada uno tenia su fuerte de nieve. Al final salté mi fuerte y fui corriendo hasta él, que estaba a punto de dispararme, salió de la nada tan de repente que me choqué con él y los dos caímos al suelo. Will estaba a medio centímetro de mí y mi corazón me pidió que lo besara,  que le dijera la verdad,  mi boca se acercó más a él y Will no se movió, había cerrado los ojos ¿esperaba que lo besara? Si solo lo conocía desde hace un día,  quiero decir, solo conocía a Adri desde hace unas horas. Luché contra mi voluntad y me levanté.
-Creo que es hora de irme,  además estoy empapada y necesito cambiarme antes de que coja algún resfriado o algo peor.
-Te acompaño a casa.
-No hace falta.
-Insisto.
-Haz lo que quieras.
-Pero antes tienes que cambiarte- dijo Will en voz baja.
-No es necesario.
-Si no te cambias claro que cogerás algo.
Acepté. Los dos fuimos a la habitación de Will, la ropa de su madre me quedaría muy grande, así que cogió de su propio armario un jersey negro, unos vaqueros y una chaqueta de cuero. Salió de la habitación cerrando la puerta y dejándome intimidad para cambiarme. Me quité mi jersey empapado y lo doblé en un lado, me puse el jersey negro, me quité los pantalones chorreantes y fuí a coger los de Will pero se me cayeron debajo de su cama, me agaché para cogerlos pero mi brazo no llegaba. Entonces la puerta se abrió.
-Por cier...-Will se quedó callado y rojo como un tomate,  le miré y me di cuenta de que estaba en una posición en la que se me veía todo y marcaba todo, me dí la vuelta corriendo y el jersey tapó hasta hasta mis muslos.
-¿Qué decías?-dije ruborizada.
-Debería haber llamado- murmuró Will con la mirada fija. Meneó la cabeza- digo que podrías cenar ya aquí.
-Oh no quiero ser molestia.
-No lo eres -ahora Will miraba a todos lados menos a mí.
-Está bien.
Will cerró la puerta corriendo,  y yo metí la pierna debajo de la cama y conseguí sacar los vaqueros, me los puse y luego las botas. La verdad es que me quedaban muy bien.
Al rato cuando llegaron los padres de Will cenamos, después el chico me acompañó hasta la posada donde dormía y me dijo que si quería dormir en su casa, que no pasaba nada.
-No quiero tu compasión,  creerás que estoy loca y soy pobre pero no quiero tu compasión.
-No te compadezco, te intento ayudar.
-Oh..gracias.
-¿Hasta mañana?
-Hasta mañana...gracias por todo.
-De nada, adiós.
Will se fue y esa noche dormí perfectamente.
Pasó el tiempo y ya era navidad,  me negué a dejar a Will,  nadie me esperaba en Italia, Aarón estaba con Eve,  seguramente nadie me echaba en falta y además,  todo era más fácil con Will. Una mujer entró en mi cuarto diciendo que tenía una llamada para mí, sabía que era de Will.
Bajé corriendo.
-¿Si?- dije en seguida.
-Esta noche es Navidad...¿quieres cenar con nosotros?
-Me haría mucha ilusión...¿seguro que quieres que vaya?
-Claro que sí.
-Pues mil gracias,  allí estaré.
-Vale, a las seis, acuérdate.
-Allí estaré.
Me arreglé,  no había encontrado el modo de volver a ser yo pero tampoco lo quería.
Era mucho más fácil ser alguien más, alguien sin impotancia.
No me gustaban los vestidos, pero Will me había regalado uno verde y blanco precioso. Me lo puse y me miré al espejo, viéndome a mí,  no a Adri,  aunque estaba aficionándome a ser la chica italiana  desorientada y sin familia que  vivía en una posada. Ya era la hora y estaba anocheciendo. Fuí corriendo hasta casa de Will, llamé a la puerta y el apareció, estaba radiante y con una sonrisa deslumbrante. Tuve que retener las ganas de besarlo.
-Te estábamos esperando.
Sonreí y pasé dentro, Will me cogió de la mano y me llevó al comedor, estaba Mary, la madre de Will, John, el padre, Susan, la tía, Arthur, el tío y Sarah, su prima. Todos eran lindos y amables,  ya los había visto en otras ocasiones.
Will me puso una estrella en la mano y me susurró al oído.
-Solo una estrella puede poner a otra.
Sonreí y me dirigí al gran árbol,  no llegaba asi que Will me subió a caballito de imprevisto,  solté una carcajada y puse la estrella. Bajé y le miré.
-Muchas gracias a todos.
Cenamos y reímos,  contamos chistes. Después Will me llevó al patio, a pesar de que estábamos a muy bajas temperaturas,  no tenia frío. Will señaló hacia arriba, colgado de el techo del porche, había muérdago. Will sonrió y yo le devolví la sonrisa.
Sabía la tradición, y quise besarlo, pero luego me di cuenta de lo que pasaba, se había enamorado de Adri, y Adri no existía. Will me besó y yo lo acepté, se lo devolví pero luego me aparté.
-No puedo- dije.
-¿Por qué?
-Es que...no soy quien crees.
-Eres Adri, mi mejor amiga, y te amo.
-No, no, estoy loca, no puedes ser mi amigo -al final el tema de que estuviera loca me vino bien- en cualquier momento seré agresiva, te olvidaré,  te haré daño. Mis alucinaciones harán que te pase cualquier cosa.
Will me cogió por los hombros.
-Yo estaré ahí para recordarte quien soy, y para que no te sientas sola.
-No, William,  no lo entiendes.
Salí corriendo, lo había vuelto a hacer,  había vuelto ha hacerle daño,  solo pensaba en mi misma. Tropecé en los escalones del porche delantero y seguí corriendo.
<<Feliz Navidad, Will>>pensé.

sábado, 7 de diciembre de 2013

EVE

El hechizo no solo hacia que Liz y yo pudiesemos comunicarnos telepaticamente, sino que había cambiado el aspecto de Liz, y la habia vuelto practicamente inlocalizable, no estaba muy orgullosa, pero era por su bien, sabia que no se intentaria ocultar. Entonces pensé en Aarón, que debia de estar solo con Colette, y decidí teletransportarme alí, aunque debía reconocer que me asustaba un poco, el me habia ayudado cuando me habia hecho falta. Estaba apunto de irme cuando escuché unos pasos, me asomé y vi a Gabi entrar en nuestro cuarto. No sabía porque, pero no me quería acercar a él, intentando no hacer ruido escribi una nota con la letra de Liz, dejando claro que estaba bien, y que me habia ido sola, que no queria que me siguieran y que estaria bien.  Aparecí al lado de Aarón, Colette ya no estaba allí. -¿Que tal estas?- le dije cuidadosamente, no tenia buen aspecto, a saber lo que le había hecho Colette para que se pusiera así antes.
  Aarón se echó hacia atrás y estuvo a punto de caerse si no se hubiera sujetado con la espalda en la pared, me puse a su lado.
  -Aarón ¡¿Que te pasa?!-dije asustada. Él se llevó la mano al vientre
como si le quemara, se quitó la camiseta de un tirón y grité, en su
vientre había mucha tinta, formaban palabras sin sentido y Aarón
parecía sufrir.

 -Co...Colette, el hechizo..., ya... no, no se puede, volver atrás- dijo Aarón, apenas tenía fuerzas y le costaba hablar.


Intenté transmitirle parte de mi fuerza, pero apenas le sirvió. Entonces escuché un ruido en una habitación cercana, dejé a Aarón tumbado en la cama recuperandose y fui corriendo a ver que pasaba.








miércoles, 13 de noviembre de 2013

=LIZ=

Estaba con Noah en los pies, cerré los ojos inconscientemente y algo chocó contra mi, algo poderoso y que daba escalofríos lo abracé sin darme cuenta. Abrí los ojos y estaba en una habitación con Colette mirandome con miedo...no, a mi no, a Aarón, o al menos eso era lo que parecía lo que estaba abrazando. Parecía enloquecido y poco humano. Me miró a los ojos, eran rojos abrió la boca y salio una voz profunda y terrorífica.
-Liz...-dijo mientras se transformaba en humano de nuevo. Miré a Colette que suspiraba aliviada. Apreté más contra mi a Aarón.
-Tranquilo...tranquilo...todo está bien....-dije sin apartar la mirada de Colette.
Volví la vista a Aarón y le sonreí, el me devolvió la sonrisa. Sus ojo volvían a ser plateados.
-Espera un momento, cielo.-le dije con cariño, miré a Colette y, sabía que seguramente saliera mal pero concentre toda mi energía en la marca. Seguramente Colette se dio cuenta.
-Bien hecho,guardiana-dirigió las palabras a Amber. Corri hacia ella y esquivo, el golpe cayó en la pared e iba con tanto poder que hice un hueco. Colette y yo nos fundimos en una coordinación total, cuando ella atacaba, yo me defendía y viceversa. Empecé a concentrarme más en los golpes que en la energía hasta que noté algo cayendo por mi mejilla,sangre, como la última vez, el dolor empezaba perocno podía rendirme. El segundo que me distraí pensando en eso un golpe de Colette me hizo caer al suelo. Aarón se puso delante mía he hizo unos gestos con las manos. Al momento yo ya no estaba ahí, estaba a un metro del suelo, caí encima de Eve que también estaba en la sala y Noah ladró sorprendido. El cuerpo entero me dolía y Eve me miraba como si estuviera loca.
-¿¡Se puede saber que haces aqui?!- dijimos a la vez
-Yo que se, acabo de aparecer, ¿y tu?-dije entre enfadada y extrañada.
-He aparecido aqui hace unos minutos, creo que Colette nos ha...
cambiado de sitio. Bueno, el caso es que estas aqui, asi que si no te
importa, quita de encima, tengo que hablar contigo.
Me levante y miré a Eve, parecia mayor, el tiempo que habia estado
fuera la habia cambiado, estaba seria, asi que supuse que lo que me
iba a decir era importante, bien, estaba lista.
-Will- dijo solamente.
-¿Will?
-Esta en peligro, te necesita, pero cree que no le quieres, esta muy
lejos de aqui, y si te ve, no creo que te haga caso, tienes que ir a
ayudarle.
-Espera, y todo eso lo sabes porque...
-Tengo una especie de bola de cristal en la cueva de Colette, si
pienso en alguien puedo verle atraves de la bola, y le he visto a el.
Liz, sabes que no te pediria esto si no fuese importante.
-¿Y porque debo ir yo, si no me haria caso?
-Porque ahora mismo Colette me necesita. Liz, es muy importante, 
tienes que ir, sola, que no te reconozca, he aprendido
un hechizo que hará que podamos hablar,  pero no debes tener contacto
con nadie más, ¿me entiendes?.
Asentí mientras Eve movía las manos de forma extraña y recitaba unas
palabras en un idioma... casi podria decirse que inventado. Entonces
escuché una voz en mi mente. <<¿Hola? Liz, ¿me oyes?>> <<Si>>
respondi, me dijo el lugar, y sin pararme a pensarlo preparé una mini
maleta y me fui.

domingo, 10 de noviembre de 2013

EVE

-No muy bien.
-¿Que ocurre?
-Liz... corre peligro.
Colette ha planeado algo para ella, no he llegado a escuchar el que
pero no tiene que ver con lo que nos tiene preparado a los cuatro
Eve, si le pasara algo yo...
-Aarón, tranquilo, ¿que has oido exactamente?
Bueno, verás, Colette me había pedido que hiciera unas cosas y cuando volví estaba con Héctor, uno de sus asesinos preferidos. Me he escondido detrás de la puerta y ví de reojo que Colette estaba curando a Héctor unas heridas con muy mala pinta. Héctor decía que ya casi era la hora, que Liz estaba preparada. Colette decía que su hija era un prodigio y reía-apretó los puños-hablaban de ir a por ella, que seguramente sobreviviera a "esa" tortura y que si no que al menos lo hubieran intentado...entonces otro sirviente se ha colado por la puerta y le ha dicho algo a Colette, han empezado a hablar demasiado bajo...
Me habia quedado sin palabras, no sabia muy bien que hacer. Aunque Aaron necesitaba ayuda, decidí ser practica, lo primero era pensar que hacer con Liz, luego ya n¡me ocuparia de Aarón, se le veia fatal.
-Liz tiene que irse, si sigue aquí la cogerán, por lo visto, hoy ya se ha encontrado con el tal Hector- sentia la sangre ardiendome en las venas de rabia, Colette ya me tenia aqui, se suponia que así ellos estarian ben...
-Si... eso he pensado yo, ¿pero como? Sabes tan bien como yo que si se lo contamos no se irá...
-Pues habrá que engañarla, pero no puede permanecer aquí- me asusté al ver lo fría que era mi voz, ¿en eso me habia convertido?
Aarón tenía pinta de ir a derrumbarse en cualquier momento, sin embargo, tragó saliva y dijo:
-Bien, pues a pensar, ¿que haría que Liz huyese de aquí, sola, y sin hacer preguntas?
Entonces se me encendió la bombilla.
-Will- dijimos al unisono.
Liz y yo habiamos hablado un poco, peor lo suficiente para saber lo que habia pasado en ese tiempo. Si le decimos que Will estaba en peligro, y el lugar, aunque no fuese el verdadero, ella le buscaría, estaría alejada de cualquier conocido, y sobretodo, alejada de Colette.
Pero Colette tenía secuaces por todo el mundo... Habría que cambiarla... que pareciese distin... Aarón interrumpió de golpe mis pensamientos.
-Un momento-dijo haciendo una mueca para que me callara. de repente su mirada se volvió fría y enfadada. Colette entró por la puerta sonriendo. Aarón se volvió y la dió tal golpe en la cara que se calló al suelo. Colette lo miró y empezó a reir. Se levantó sonriendo y divertida. 
-Encontraste a Marta   
Aarón entrecerró la mirada. Cogió a Colette del cuello y la alzó, ella seguía sonriendo.
-Sin mi no puedes sacarla de ahí-dijo hablando costosamente.
El chico la soltó y Colette se llevó las manos al cuello, acariciandolo con cuidado.

-Mi pequeño Aarón...cuanto has crecido, ¿recuerdas cuando llegaste? Piensa en tu hermana ¿cuanto hace que no la ves? No pudiste salvarla, no puedes salvar a nadie, no vales para nada, solo me vales a mi,cariño. Conmigo eres fuerte, sin mi no eres nada. ¿Sabes qué pasó con tus padres? Fueron a buscarte, a ti y a tu familia. Yo les fui a ayudar como una buena samaritana. Les dije la verdad, que tu viniste por tu propio pie y que tus hermanos tarde o temprano morirían. Ellos lloraban y suplicaban...me dió tanta pena...-se acercó a su oído y susurró pero aún así pude oír lo que decía-me dio tanta pena que los maté-terminó sonriendo. Unas lágrimas resbalaron por la cara de Aarón. Daba la impresión de que no podía moverse y que le dolia todo el cuerpo.

Yo no sabia que hacer, me sentía inútil. Aarón abrió los ojos de repente y no eran ni verdes, ni plateados, eran rojos....rojos como la sangre. Gritó con furia y cogió la muñeca de Colette que se apartó con una expresión de lo que parecía miedo. Aarón parecía sufrir pero....no daba la sensación de que fuera humano. Me eché para atrás y Aarón....o lo que quiera que fuera ahora se dió cuenta de que yo estaba ahí, vino directo hacia mí.

Sin que me diese tiempo ha reaccionar, aparecí en la habitación de Liz, con Noah extrañado a mis pies.






=LIZ=

Desperté,  vi que en la habitación no estaba Noah, Flynn lo habría sacado a pasear.
El rostro del hombre de ayer me vino a la cabeza. Recordé que me había curado torpemente las heridas y se lo había contado a Flynn y Amber. Me estremecí y sentí el dolor de las costillas. Me levanté y me vestí. Salí al balcón y me quedé congelada. Todo giraba a mi al rededor.  Colette se puso delante mía. 
-No esperaba esto de ti, hija.
-¿Que quieres?-entrecerré los ojos.
-Decirte una cosa, nada mas-al segundo estaba a mi lado,susurrando en mi oreja-¿Que harias con treinta hombres iguales como el que te encontraste ayer? No podrías proteger a nadie...igual que no pudiste proteger a tu padre.
La cogí por el cuello y ella sonrió y desapareció. 
Me miré la mano en la que un momento antes había estado el delicado cuello de Colette.
Bajé al salón corriendo y encontré a Amber sentada. Se levantó al verme.
-Parece que has visto a un fantasma ¿Qué ocurre? 
Me acerqué a ella hasta estar a centímetros.
-Entrename.
-¡¿Que?!
-¡Tiene que haber algún modo de hacerme más fuerte!
-Pero...
-¡Amber! Si hubiera sido más fuerte ahora mismo Colette estaría muerta...-exclamé mirandola fijamente.
-Bueno...-inclinó la cabeza hacia un lado pensativa.
-¿Qué?
-Creo que es demasiado peligroso.
Cogí de el brazo a Colette. 
-Lo acepto,  explicamelo.
-¿Y por qué de repente te ha dado por esto?
-¡Soy inútil siendo así! ¡No tengo poder si no hay agua y para controlar la sangre necesito concentrarme y acabo muy cansada! 
-Vale,vale. Hay mas gente que ha llevado esa marca que llevas tu.
-¿La cicatriz? 
-También es una marca, si aprendes ha ser lo suficientemente hábil,  podrías utilizarla a tu favor sin sentir ningún dolor...pero repito que es muy peligroso.
-Enseñame! 
-Está bien...
Después de esa conversación cada tarde entrenaba con Amber. A veces eran entrenamientos de concentración pero a veces eran de resistencia.  Fuera cual fuera el tipo de entrenamiento era cansado y difícil. Siempre acababa demasiado cansada y dolorida. 
Un día estaba entrenando con ella. Tenia que correr llevando una pesada mochila llena de pesados objetos inútilmente pesados mientras intentaba manejar el agua de una vasija y romper unas cuantas botellas lanzando cuchillos. Todo a la vez. Los hombros me dolían y llevaba toda la tarde haciendo toda clase de entrenamientos.
Rompí dos de las ocho botellas y no moví el agua ni un ápice. Pensé en todo aquello que se me escapo,  en la vida que no pude salvar, en lo que Colette me ha condenado a ser. En que ahora podría ganar a Colette. Pense en todos los que me importaban;  Aarón,  Eve, Flynn...
Entonces la mochila dejo de pesarme, las botellas explotaron cuando las miré y el agua empezó a moverse por la habitación descontrolado. Amber cogió un espejo y me lo enseño.  Vi mi reflejo. La marca era rojo, como si la lava circulara por ella. Pero no me dolía, sonreí. 
Entonces empezó a calentarse, vi en el espejo que empezaba a sangrar donde la marca y el ojo se juntaban. La sangre resbaló por la mejilla.
Amber vino corriendo. 
-Te dije que era peligroso...-susurró mientras el dolor se hacía mas notable. Amber me puso la mano en la frente y el dolor remitió,  solo por un momento para seguir atormentandome.

EVE

Cuando termine Colette no parecia enfadada, sino preocupada, como si
yo le importase, lo cual me extrañó mucho, me dijo que podia ir a ver
a Gabi y a los demás, y que ya me avisaria para volver. Fui a la casa
de Flynn, era de noche, no sabia porque, pero no queria ver a nadie,
me asomé por el balcón y ví a Gabi durmiendo, entré con cuidado y le
acaricié la mejilla. Me paseé por la casa, sin hacer demasiado ruido,
estaba en la cocina, bebiendo un vaso de agua, cuando escuché un ruido
extraño, cerca de la habitación de Mike, me acerqué y le vi dando
vueltas en la cama y susurrando mi nombre, tenia una pesadilla,
enseguida me sentí fatal, me senté en el borde de la cama y le
desperté con cuidado.
-¿E... Eve?
-Shh, tranquilo, soy yo, estoy aqui, todo va bien.
Le dije, el me miró como a un fantasma, cerró los ojos y se volvió a
dormir. Como no sabia muy bien adonde ir, pensé en mi "refugio", la
Torre de Pisa, cuando me sentia... Como ahora, iba allí, era agradable
sentir el viento en la caray estar alli era una sensacion maravillosa, me dormí alli mismo.
Al despertar fui a la casa, Gabi me miró igual que Mike antes, como si
fuese un espejismo, despues, corrió hacia mí, me cogió en brazos y me
besó, yo le sonreí, entre nosotros sobraban las palabras. Aun entre
sus brazos, sentí que me desvanecía, maldije a Colette por lo bajo y
aparecí en mi habitación de la cueva, me asomé por la puerta y ví a
Aarón, tenia los ojos completamente plateados, le mire asustada, se
acercó a mí, sus ojos reflejaban un dolor tremendo, pensé que
necesitaba desahogarse, asi que me senté en la cama, y el a mi lado, y
empezó a hablar.
-¿Te he interrumpido en algo?-dijo él, pensé en Gabi, y en la mirada
de dolor de Aarón.
-No, tranquilo, ¿que tal estas?

lunes, 30 de septiembre de 2013

=LIZ=

Sus ojos eran a la vez tan terroríficos como hermosos, me los quede mirando y ví como un pequeño puntito verde en el ojo izquierdo luchaba por no morir pero al instante era también de color plata. Me acerqué a él y me quedé a un centímetro de su cara, inspeccionando sus hipnotizarores ojos. Él se inclinó y me besó, noté que estaba con el corazón a mil y que temblaba levemente pero yo lo cogi el brazo, lo tumbé en la cama de un golpe y me puse encima.
-No me marees, ¿qué es eso es tus ojos?
-Es algo de magos.-dijo rápidamente.
-Parece como que te molesta.
-Simplemente no quería tener esta marca de mago, hay muchas mas pero a mi me ha tocado esta.
Yo sabía perfectamente que mentía pero no quería insistir.
Aarón sacudió la cabeza.
-Tengo que decirte algo-me separé de él.
-¿Qué pasa?-dije hipnotizada de nuevo por su mirada.
-Will tiene que irse.
-¡¿Cómo?! ¡¿Es que estás celoso...
-No-dijo cortándome-no soy celoso, me parece una estupidez. Will tiene que irse porque Colette lo busca y a él no tiene por qué mantenerlo con vida.
-¿Por qué lo busca?
-Colette quiere hacer daño y Will es la presa más débil,  podría ir tras Flynn pero seria mucho más difícil.-me pasó un brazo por el hombro.-¿entiendes por qué tiene que irse?Colette quiere matarlo,  matarlo de verdad y sin miramientos.
-Está bien-susurré-está bien.
-Lo siento-dijo en el mismo tono y me besó en la frente.
Se incorporó para levantarse y volví a mirar a sus ojos plateados que seguían transmitiendome escalofríos y descubrí que era lo que había en sus ojos: nada. El desapareció detrás de la puerta del balcón y yo fuí a la habitación de Will. Abrí la puerta. Cogi aire, si le dijera que Colette le perseguía le daría igual y se quedaría, necesitaba darle un motivo para que se fuera, necesitaba quitarle un motivo para que se fuera. Will salio del baño con su pelo rubio mojado y sin camiseta, me dio un vuelco al corazón, lo iba a destrozar.
-Tengo que hablar contigo-dije firme.
-Adelante, cierra la puerta.-dijo mientras se ponía una camiseta. Lo hice, me acerqué a una silla y me senté,  el hizo lo mismo en la cama, en frente mia. Cogí aire interiormente y me armé de valor.
-Quiero que te vayas.
-¡¿Qué?!-dijo el desconcertado.
-Ya me has oído,  no tienes por qué quedarte.
-Pero...tu...antes...-dijo tan desconcertado que las palabras se le juntaban en la boca.
-Nadie te echará en falta aquí,  seguro que en Londres te echan de menos.
Su cara estaba desfigurada,  con la boca abierta,  los ojos muy abiertos y un gesto de dolor. Aparté la mirada.
-¿Tu...no...me quieres?
Mi corazón parecía como si alguien intentara ahogarlo, como una mano apretandolo. Lo miré a los ojos.
-No.





Había pasado ya bastante tiempo, ni rastro de Colette ni Eve, aunque Aarón aparecía de vez en cuando. Me arrepentía de haberle hecho eso a Will, pero ya no se podía cambiar, él se había ido. Me levanté de la cama arrastrando los pies, Noah dormía al final de la cama. Me metí en el baño y me dí una ducha, salí y me vestí con unos pantalones negros y una camiseta azul oscura, del color de los ojos de Will, me deshice de ese pensamiento. Miré por la ventana, estaba nublado. Me giré y le acaricie la nariz a Noah, que se despertó estornudando, el sonidito que hizo me despertó una sonrisa.
-Vamos a pasear.-dije con ternura, el se desperezó y salimos a la calle. Era pronto y por la calle solo había coches y algunas personas que habían salido a pasear. De repente Noah se paró en seco y me acerqué a él pero empezó a correr muy rápido, lo seguí gritando su nombre para que parara, giró en una esquina y lo seguí, él estaba haciendo un ruido de enfado.
-¿Qué pasa?-dije un poco asustada.
Subi la mirada hacia donde estaba mirando Noah, un hombre me miraba, un hombre alto y musculoso, con cuchillos en el cinturón, me pregunté porque no usaría pistola y también me pregunte por que nadie de los que pasaban por la salida del callejón se daban cuenta. De repente saco un cuchillo del cinturón y me atacó, yo me agaché evitandolo y le puse la zancadilla,él se calló pero al momento estaba de pie otra vez. Le dí una patada en el estómago y él volvió a atacar con el cuchillo pero le cogí el brazo con todas mis fuerzas porque la suya era mucha, le retorcí la muñeca hasta que soltó el cuchillo, lo cogí con la otra mano y me lo puse horizontalmente en la boca, le cogí otro cuchillo del cinturón y le solté el brazo. Solo le quedaba un cuchillo, lo saco y me atacó de nuevo, esta vez mas fuerte, con un cuchillo en cada mano, le paré su ataque, me dolían los brazos de aguantar su fuerza. Mis sentidos no estaban lo suficientemente despejados como para usar mi magia, por eso no lo había usado aún.
-¡¿Qué quieres?!-le pregunté. Él sonrió, una sonrisa sin dientes.
-La hija de Colette pelea genial...pero no lo suficiente.-volvió a contraatacar y yo lo paré clavandole un cuchillo en el hombro, lo volví a sacar al segundo, el grito. Ya me había enfadado.
-No me descartes tan pronto-dije entre dientes.
Le di otra patada en el estómago, y luego otra, su herida sangraba. De repente sentí un dolor en la parte de las costillas y luego un líquido cálido: estaba sangrando.
Mi siguiente cuchillada fue directa al corazón pero él lo bloqueó, el atacó y me aparté, perdí la noción del tiempo entre ataque y ataque hasta que el cuchillo se clavo hasta el mango en su corazón y calló al suelo. Me aparté sin creermelo, lo había matado, dejé caer el cuchillo. Miré a Noah que estaba acurrucado en un rincón. Le cogí y me alejé corriendo.

EVE

Aunque no esperaba acerlo, desperté, abrí lentamente los ojos, aunque
los cerré de inmediato cegada por la luz solar, me intenté incorporar,
pero sentí un agudo dolor en la cabeza, volví a abrir los ojos y miré
a mi alrededor, estaba en una especie de poblado, una mujer de unos 40
años se acercó a mí, y me sonrió. Tenía la piel morena, y el pelo
oscuro, casi negro, y unos bonitos ojos marrones, me sonreia
dulcemente, como una madre, y me acarició el pelo, como hacía mi madre
cuando me ponía triste de pequeña, no sabía como hablar con ella, asi
que con gestos, le indiqué que tenía hambre, enseguida reapareció con
un cuenco con una especie de sopa deliciosa. Pasaron los dias, y ya me
sentía como uno más en aquella tribu, vestí como ellos, y me pintaron
la cara con sus pinturas, aunque alli me sentía agusto, sobretodo con
Hakdo, como descubrí que se llamaba la amable señora que tan bien me
había tratado, tenía que irme, y todos lo sabíamos, deduje que ya
estariamos a principios de septiembre, pero no estaba segura, me acerqué a la playa, y me ví
reflejada n el mar, no parecía yo, estaba algo más morena, pero poco,
me habían salido pecas que había dejado de tener hace algunos años, e
iba vestida con una especie de vestido hecho a mano por Hadko, y tenía
pinturas en la cara y los brazos, ya había reunido suficiente madera y
construido una balsa, en aquella isla la magia no funcionaba, pero ya
me habían indicado donde ir, y desde allí podría volver a casa, o a la
cueva de Colette, que debía estar tirandose de los pelos, me giré y me
despedí con un gesto que me habían enseñado de la gente de aquel
poblado.
Un tiempo despues, tal y como me habían dicho, llegue a una pequeña
playa, me bajé de la balsa,y me bañe en el mar hasta que
desaparecieron las pinturas, entré en un baño portatil y me cambié de
ropa, al salir noté que hacía un tiempo agradable, fresco, no llevaba
calzado, y era de noche, asi que hize aparecer un bikini, me lo puse
nada más pensarlo,empecé a correr levantando arena por la playa con cada paso que daba,
llegando al agua, entre en ella sin dudarlo, y cuando el agua me
cubría hasta la cintura, me zambullí en el agua, estuve en el agua un
buen rato, cuando salí me imaginé vestida y seca, y me "transporté" a
la cueva de Colette, aparecí en mi cuarto, y fui a la sala de la
pantalla, donde estaba Colette, me miró sin sorprenderse, como si
supiese aue en ese momento exacto iba a aparecer.
-Bien Eve, tienes muchas cosas qie explicar, pero antes, toma algo,
debes de estar hambrienta- lo cierto es que si tenía hambre, desde esa
mañana antes de partir no había comido nada, empezé a comer mientras
le contaba a Colette todo lo ocurrido y ella asentía sin decir nada.

=LIZ=

Desperté un poco después, a mi lado, Will dormía plácidamente y los ojos se me empañaron, estaba jugando con el, ni yo misma sabia lo que quería. Me levanté y me vestí con lo primero que encontré. Cogí fuerzas y me tumbé de nuevo en la cama. Me acerqué a Will y le besé la mejilla, el abrió los ojos.
-Hola-dijo susurrando.
-Hola-susurré en el mismo tono.
El se incorporó.
-Voy a darme una ducha, luego iré a pasear por si quieres venir, después deshare la maleta.
Le sonreí y asentí,  el se levantó, se vistió y se marcho.
Cuando se cerró la puerta la sonrisa se me borró y de repente me encontraba con un fuerte dolor de cabeza, me abracé a mi misma tiritando a pesar de que hacía buena temperatura.
-¿Puedo pasar?-susurró la acariciadora voz de Aarón desde la puerta del balcón.
-Si-dije susurrando sin mirarle.
Aarón se puso a mi lado y me abrazó, sentía su respiración en mi pelo- estás helada-dijo apretandome contra él.
-Will,le estoy mintiendo, jugando con él...-musité.
-No es verdad.
-Aarón, soy egoísta.-mi voz temblaba cada vez más y el dolor de cabeza hacia girar más rápido el mundo a mi al rededor. Cerré los ojos.
-Lizzy, tranquilizate, estás enfermando.
-No es justo Aarón,no es...justo.
Aarón puso su mano en mi frente y la noté helada.
- dios mio, estás ardiendo.
-No...no...yo tengo frió.
Aarón presionó su mano contra mi frente y la temperatura se fue calmando.
-Mirame-dijo Aarón-mírame-con la otra mano en mi barbilla alzó mi cara.-maldición
-¿Qué pasa?
-Colette quiere jugar, te echó una maldición, cada vez que te alteres te pasara esto...-lo miré fijamente,  miré como esas manchas plateadas navegaban por los ojos verdes de Aarón.-espera-dijo tumbandome en la cama, puso una mano en mi frente y otra en el corazón y empezó a murmurar con los ojos cerrados. Cinco  minutos después los abrió con una mueca, yo me incorporé y le acune la mejilla con la mano.
-¿Que pasa?¿Que pasa?-dije alarmada.
Las manchas plata de sus ojos estaban desbocadas y corrían de un lado a otro. Aarón cerró los ojos frunciendo el ceño.
-Te he quitado la maldición-dijo respirando entrecortadamemte-solo te dolerá cuando Colette este en contacto visual contigo y quiera hacertelo pasar mal.
-Aarón,  no deberías...¿Qué es la plata de tus ojos?  ¿Qué son esas manchas?-dije cada vez más preocupada. Aarón aún no había abierto los ojos.
-No son...nada.
Abrió los ojos y yo ahogué un grito y me eche para atrás. Los ojos de Aarón eran de plata brillante y con un brillo siniestro.

EVE

"Ottawa, nueva ciudad, entre en el baño del aeropuerto, y me miré en
el espejo, era invierno, tenia casi catorce años, llevaba un abrigo
marrón con una especie de piel tono carne en los bordes, y un sombrero
a juego, el pelo liso que me llegaba un poco por debajo de los hombros
relucia como una hoguera, y resaltaba mis pecas, parecia una simple
cria, decidi que era suficiente y sali del baño. Unos dias despues,
habia empezado el curso, en la clase casi todo el mundo era idéntico,
chicas rubias de pelo largo y ojos azules, tios rubios de ojos verdes,
habia alguna chica morena, y bastantes chicos morenos tambien, con
unos bonitos ojos azules y marrones, y como siempre, yo desentonaba,
me senté en un sitio apartado, y un chico muy mono se sentó a mi lado,
alto, fuerte, moreno, palido, se llamaba Xavier, un par de meses
despues, estaba locamente enamorada de él, aquel día, al volver juntos
a casa, se paró, me agarró de la mano, y empezó a correr, me llevo a
un parque cercano a nuestro instituto, me hizo subir a una caseta con toboganes, alli arriba estábamos
sentados un junto a otro, yo le mire extrañada, y él me sonrió, poco a
poco acercó su mano a un mechon de pelo que tenía en la cara y me lo
apartó, con cariño y delicadeza.
-Eve, te quiero, desde el dia que llegastes, te quise, y no podia
aguantar más sin decirtelo.
-Yo... yo tambien te quiero- dije simplemente, apenas tenia voz. Poco
a poco se inclinó hacia mí, y yo hice lo mismo, cerré los ojos y el me
siguió, noté sus labios sobre los mios, y como poco a poco me incitaba
a abrirla boca, con delicadeza, le apoyé una mano en el pecho, y le
aparté.
-Xavier, yo... deberias saber la verdad sobre mí antes de decidirte a quererme.
-Nada podria impedirme quererte Eve, te quiero.
Le conté toda mi historia. Y él me miró aterrado, y con repugnación, y
aquelo me bastó, salí de allí corriendo, sin pensar.
-Eve, ¡espera!- Escuché detras de mí.
Al dia siguiente, fui al instituto a regañadientes, Xavier no estaba,
pero me encontré una nota en mi pupitre con su letra que decía:
<<Eres un monstruo, y no se como pude quererte, bruja, das asco, no
deberias existir, ojala nunca te hubiese conocido>>
Le dije a la profesora que me encontraba mal, y me fui sin saber muy
bien a donde, entonces ví de reojo a Xavier, justo cuando saltaba
desde la azotea de un edificio de varias plantas, antes de poder
reaccionar una tormenta estalló, mientras yo corría hacia su inerte
cuerpo, y mis lágrimas se mezclaban con la lluvia, me arrodillé a su
lado y le abrazé, le hablé durante horas a pesar de que sabía que ya
no me escuchaba"
Abrí los ojos y me incorporé rápidamente, estaba sudando, y el corazón
me latia muy rápidamente, miré a mi alrededor y recorde donde estaba,
tambien que tenía hambre. Me levanté con un gran esfuerzo, y busqué
comida, encontre algunas frutas tropicales, y me las comi, la verdad
es que no estaba muy atenta a lo que hacía, no podía dejar de pensar
en Xavier, escuché un gruñido a mi espalda que me dejó paralizada, 

me giré lentamente, a tiempo para ver como una enorme
bestia, una especie de pantera gigante, se abalanzaba hacia mí, eché a
correr por el bosque, mientras hojas y ramas que arañaban la piel y me
tropezaba con piedras, pero no era lo suficientemente rápida, me subí
a un árbol, y salté al contiguo, pero la pantera me seguia de cerca,
iba a saltar a un tercero cuando resbalé y me golpeé la cabeza con una
piedra, lo ultimo que ví fue al enorme animal abalanzandose sobre mí.


domingo, 8 de septiembre de 2013

=LIZ=

Ni si quiera había ido a desayunar esa mañana. Unos cuantos intentos fallidos de dibujos estaban arrugados en el suelo y desde la cama tiraba una pelota contra la puerta del baño para que Noah fuera a buscarla.
Llamaron a la puerta.
-Pasa-dije y lq puerta se abrió. Will estaba de pie y el corazón me dio un vuelco.
"Ya he tenido suficiente para estos días" pensé suspirando.
"Siempre puedo ir allí y echarle a patadas" respondió Aarón.
"No lo harás" zanje, Will estaba esperando entrar.
-Will, entra, no muerdo.
Él avanzó hasta situarse a menos de medio metro de la cama y Noah dejó la pelota en el filo de esta. La cogí y la tiré contra la puerta.
-¿Qué pasa?-pregunte viendo que él no respondía.
-No has ido a desayunar y hace ya días que estás distante conmigo.
-Lo siento mucho, Will, no quería...
-Tranquila,  no me tienes que dar explicaciones,  está claro que lo nuestro murió cuando él apareció.
-¡¿QUÉ?! ¡No! ¿Aarón? Por supuesto que...
-Liz, no pinto nada aquí,  solo estorbo, en cuanto pueda cogeré un vuelo y me iré,  no te molestaré más.
Me levanté con un resorte.
-No me molestas-dije con un hilo de voz.
-En realidad venia a decirte eso; me marcho, Liz. No tendrás que preocuparte por mí.
Me acerqué a él y le cogió el brazo con fuerza, clavandole las uñas.
-No te vayas-dije en un susurro, sabía que si hablaba más alto la voz me fallaría. Él apartó la mirada e hizo un ademán de apartar el brazo pero no le deje. Lo empujé hacia mi y me puse de puntillas, yo había crecido pero él también, lo besé con toda mi desesperación y el me devolvió el beso hambriento. Lo empujé hacia atrás y caímos en la cama, me situé encima y me quité la camiseta pero entonces me di cuenta de lo que sentía; frío, no había más,  simplemente frío. Tenía un hueco en el estómago que creció por momentos y me asusté pero a pesar de eso seguí besándolo y acariciandolo. Oí a Noah irse de la habitación y me dí cuenta de que estaba la puerta abierta. Fruncí en ceño soportando lo que sentía y me levanté, cerré la puerta y volví encima de Will.
Un rato después:
El cansancio me vencía, no había dormido en la noche y después de aquello me encontré más cansada todavía. Oí a Will acercarse a mí.
-No me iré, me quedaré contigo,  te quiero, Liz.-el hueco del estómago se hizo mas grande con esas palabras y yo cerré los ojos.
-Y yo a tí-dije con un hilo de voz, cerré los ojos y me quedé dormida.

viernes, 6 de septiembre de 2013

EVE

Desperté en una celda parecida a en la que estuve y de la que me escapé con Liz, estaba atada de pies y manos, y con una tira gruesa de celo en la boca, pero aún así, era más fuerte, y no iba a permitir que estos hombres acabasen conmigo, aún sin poderes, con el tiempo me había vuelto fuerte, escuché a un hombre roncando fuera de la jaula, aparte de eso, todo era silencio, aunque lo sospechaba, probé a hacer magia, y nada, ví un cuchillo afilado a unos dos metros de mí, y poco a poco sin hacer ruido, con la espalda apoyada en la desigual pared me fui acercándo, mientras notaba como la roca se me clavaba y me desgarraba la piel, cuando lleguéal lado del cuchillo, me giré con cuidado y lo cogí con las manos, intentando sin exito no cortarme, fui serrando la cuerda, unos minutos depués cayó al suelo, moví las agarrotadas muñecas, y con el cuchillo empecé a cortar las cuerdas que me impedían andar, decidí no quitarme la tira de la boca, podía gritar y no podía hacer ruido, me levanté y me caí, estaba algo débil, me apoyé en la pared y poco a poco fui dando pequeños pasos, con una horquilla que llevaba en el bolsillo, silenciosamente abrí la puerta, cogí el cuchillo y se lo clavé en el corazón a aquel hombre, mientras le tapaba la boca, no era el jefe, pero no quería matar a nadie más, me llegó un ruido de la calle, como de hojas arrastradas por el viento, y me empecé a sentir mejor, ví unas escaleras, y probé a volar, para no hacer ruido, solo me elevé unos centímetros, pero me mantuve en el aire, llegué a otra sala, y me escondí detrás de unos barriles malolientes, al comprobar que estaba sola subí la cabeza y ví una escotilla antigua, con un gran esfuerzo, y haciendo demasiado ruido para mi gusto la levanté, salí gracias al viento que entró, y me encontré en una almena de un castillo antiguao a muchos metros de altura, hacía muchísimo viento, me lancé al vacío y volé hasta que ví un cartel, bajé a leerlo mientras empezaba a amanecer era un idioma raro, pero lo entendí, ponía: Yemen. Estaba en la isla encantada de Yemen, y no sabía como salir, eso ya lo pensaría, pero ahora tenía que encontrara comida y agua, y quitarme esta asquerosa tira de la boca.

=LIZ=

Estaba pintando en el cuaderno con Noah durmiendo a mis pies, era de noche y no podía dormir aunque el repiqueteo de la suave lluvia me tranquilizaba.
Aarón entró por la terraza sin que la poca lluvia que caía lo mojara. Me miró con preocupación y me dí cuenta de que las manchas plata del ojo izquierdo eran más grandes. Me levanté sin hacer ruido para que no se despertara Noah.
-¿Qué ocurre?
-Liz...cuando Colette te hizo eso en la cicatriz...¿te dolió mucho verdad? Y recuerdas que le dieron a Flynn con una flecha.
-Si...¿por qué lo dices?
-Eve no siente nada porque está bajo la influencia de Colette pero  ¿no te extraño que Flynn no notara el dolor de tu cicatriz y tu no notaras el dolor del flechazo?
Me quedé helada, la verdad es que no había pensando en eso.
-¿Qué ha pasado para que no sintamos nada?
-Estás vinculada a ellos con una magia muy fuerte y Colette llebava tiempo planeando algo y me dí cuenta tarde; ella te desvinculó de los demás.  Cuando Eve escape seguirá sintiendo lo mismo que Flynn pero tu ya no entras en el grupo. Lleva tiempo hacer esto. En parte Colette desapareció casi dos años por eso, estaba preparando el hechizo. Antes estar unida a ellos garantizaban que estarías a salvo pero ella ha roto el lazo. Estás indefensa, Liz, ellos ya no tienen por que protegerte.
Abrí la boca para hablar pero no me salían las palabras. Me di cuenta de por qué me sentía tan rara estos últimos días. Soledad  nunca había sentido soledad, ahora estaba completamente sola y sentí miedo, un miedo irracional, como congelada, una lágrima me cayó por la mejilla.
-No me puede hacer eso-dije bajo.
-Lo ha hecho-dijo Aarón abrazándome.-no te voy a dejar y Eve tampoco,  estamos aquí,  tranquila...
Miré hacia arriba mientras otras dos lágrimas empapaban mis mejillas.
"No puedo llorar...lo juré..."
"Liz, ese juramento es horrible, alguna vez necesitas desahogarte,  y que yo diga eso es raro porque odio ver llorar"
Me sorprendí pero luego recordé que llevaba puesto el collar y Aarón podía escuchar mis sentimientos.
Lo besé lentamente sin poder parar de llorar.
-Gracias-susurré en sus labios.

EVE

Fui al balcón de mi habitación y salté, ahogué un grito cuando empecé a caer, pero enseguida me elevé en el aire, echaba de menos volar, cuando llevaba un rato por ahí un niño me señaló, inmediatamente desaparecí, a tiempo para ver como su madre me buscaba, sin saber donde estaba, sin embargo, no aparecí en la cueva de Colette (ya me había acostumbrado a llamarla así) si no en un parque, un parque con juquetes para niños pequeños, y una gran zona de cesped, aquí jugaba de pequeña con Riley, los ojos se me llenaron de lágrimas, no entendía que hacía aquí, me giré y ví a Aarón en un banco, sentado con las piernas abierta y la cabeza bajada, como pensativo, me acerqué a él lentamente.
-¿Por qué me has llamado? ¿Por qué me has traido aquí?- dije con un hilillo de voz.
Me senté en el banco a su lado:
-¿Como has llegado aquí?
El suspiró y por un momento pensé en decirle que no hacía falta.
-Bueno.... es un poco larga... ¿Seguro que quieres que te la cuente?
Yo asentí.
-Esta bien... todo comenzó cuando yo tenía diez años, ahora tengo casi veinte asi que hecha cuentas. Un día tuve un sueño; un sueño en el que aparecía una mujer muy bonita, entonces a su lado aparecieron mis hermanos y la mujer me sonrió. Cuando desperté, mis hermanos; Marta y Álvaro habían desaparecido, mis padres estaban de los nervios. Supe exactamente quien los tenía, esa mujer del sueño. Una tarde, con la excusa de haber quedado con unos amigos, me escapé para buscarla pero no la encontré. Me senté en un banco, uno cualquiera de Madrid, todo lleno de gente con prisa. Me dí cuenta de que no la iba a encontrar, entonces se plantó delante mía, me dio la mano y al instante estábamos en otro lado.
Me dijo que era muy poderosa, y que a cambio de trabajar para ella mis hermanos estarían a salvo, ella me entrenó y lo demás es historia. Bueno, un día te dije que odio ver llorar, la causa de eso es que veía a Marta-  me di cuenta de que hablaba en pasado, ¿donde estaría ahora Marta?- ella se echaba a llorar, siempre, todos los días. Era horrible ver como tu hermana de catorce años te abrazaba y decía que estaba pensando en quitarse la vida... por eso siempre estaba a su lado, no la dejaba sin vigilar nunca. Ese es el motivo. Y... no se si debería contarte esto, pero ya que me estoy sincerando...- sonrió tristementey me miró a la cara.
-¿Ves eso?- dijo señalándose un ojo- ¿el color plata? Es una broma pesada de Colette, se está extendiendo, dentro de poco tendré un ojo de color plata para siempre. Es una especie de... maldición. Cada vez que pienso, cojo la mano, beso o tengo contacto con Liz me duele todo el cuerpo y la sangre circula muy lenta- sonrió- Colette se asegura de hacerme la vida imposible.
-¿Sabe Liz eso?
-No.
-¿Y porque me lo cuentas a mí?
-No lo se, tu no se lo digas ¿vale?
Asentí, aunque no estaba muy convencida.
Poco a poco me alejé, y llegué a un puerto, estaba anocheciendo, y aunque tenía más libertad con Colette, se me acababa el tiempo, me senté al lado de una pequeña barca, con los pies colgando por encima del agua, y me eché a llorar, sentí algo raro, como que mis poderes iban menguando, al igual que mi capacidad para estar en un lugar al pensarlo. Entonces noté una mano que me cubría la boca y algo afilado en el cuello, y escuché una familiar voz en el oido.
-Esta vez no te me vas a escapar preciosa- dijo la voz de un hombre, la voz del hombre que había matado a Rayne, intenté crear una ráfaga de viento, y salir pitando de allí al pensar en mi habitación de ''La Cueva'', pero no funciono, el pánico me inundó, mientras el filo de una navaja apoyado en mi cuello me hacía un pequeño reguero de sangre y la voz en mi oido susurraba:
-Tus trucos no te servirán de nada esta vez.




martes, 3 de septiembre de 2013

=LIZ=

Los días pasaron lentos y lo único que me alegró fue Noah. Uno de los días Eve apareció y se sentó con nosotros a la mesa. Vi que Amber y Flynn no se fiaban. Cada pestañeo que hacía era doloroso en el ojo de la cicatriz y ahora esta era completamente visible. Eve descubrió a Noah pero poco después se tuvo que marchar. Todo transcurrió con normalidad. Un día estaba con Noah en mi habitación cuando llamaron a la puerta. Me quedé a cuadros cuando vi a Amber en la puerta.
-¿Puedo pasar?-dijo incómoda.
-Claro-dije lentamente,  perpleja. Ella pasó y miró la habitación.  En etos casi dos años había "redecorado" la habitación y con redecorado me refiero que en cada centímetros de la habitación había un dibujo o un boceto. Amber se acercó a uno y lo cogió. Era el primero que hice en Italia, el de Aarón hace dos años,  el último día que fuí al instituto.
-Es idéntico.-dijo ella maravillada.
-Gracias. Eh...¿Querías algo?
-Si-dijo girandose lentamente.-¿donde aprendiste a moverte así?-la pregunta me desconcertó más de lo que estaba.
-¿A qué te refieres?
-El día que atacamos a Colette
-Ah, no...no lo sé, ni siquiera sabía que lo había hecho bien.
-Lo hiciste como si llevarás practicando de siempre.
-Pues la verdad es que nunca había peleado con eso.
-Bueno...aclarado esto...quería decirte algo más.
-¿Decirme? No me irás a prohibir...no sé...¿acercarme a Noah?-dije señalado al perro que descansaba sobre la cama.-Igual que me prohibiste ver a Aarón. - añadí en voz baja.
-De eso quería hablar. Lo siento, Liz.-esta conversación cada vez era más rara.  ¿Amber pidiéndome perdón? Seguro que era alguna broma pero si lo pensaba bien...¿Amber gastando una broma? Era tan imposible como esta conversación.
-No...no pasa nada-murmuré desorientada.
-Lo digo en serio, he sido horrible estos dos años,  lo siento mucho,  además ya eres mayor de edad y no tengo ningún poder sobre ti,  nunca lo tuve.
-Al menos lo aceptas.-dije suspirando-vale, disculpas aceptadas. ¿Algo más?
-No creo-dijo saliendo de mi habitación y cerrando la puerta. Me tumbé en la cama y Noah se acurrucó a mi lado.

EVE

Desperté y de repente todo era blanco, recordé lo ocurrido y hice una
mueca de dolor, entonces ví a Aarón sentado a mi lado.
-¿Como estas?
-Bien, apenas me duele, ¿cuanto tiempo a pasado?
-Un par de horas.
-¿Y que me he perdido?
-Pues... Colette casi te mata, aunque la he tranquilizado diciendole
que te necesita, Flynn está así así, pero le curaste bien, Amber no
tiene nada grave, pero si varias heridas superficiales, y Liz esta...
mejor-dijo y note lo mucho que deseaba estar con ella- Ah-dijo
sacandome de mis pensamientos- y se han llevado a Aitzea y a Mike,
estan bien.
Sonreí y me intenté poner en pie, pero él me lo impidió, será mejor
que no andes en unos días, no es muy grave, pero no querenos que
empeore.
Suspiré y asentí odiaba no poder hacer nada.

"Unos pocos dias despues..."
Ya podía andar perfectamente, y hechaba tanto de menos a Gabi que fui
a verle, de algún modo, sabía que a Colette no le importaba ya que me
viesen, Liz ya se encontrba bien y Amber tambien, Flynn aun estaba mal
por el hombro, pero mejoraba día a día, me trataban normal, pero yo me
sentía incomoda, subí a ver a Gabi, que me abrazó en cuanto supo que
era yo, me besó con fuerza, y yo le correspondí, estuvo media hora
preguntandome por mi pierna, hasta que le convencí de que estaba bien,
y me quedé a dormir con él esa noche, abrazados como siempre, desperté
con la cabeza apoyada en su pecho, le sonreí, nos preparamos y bajamos
a desayunar, Liz no decía nada, pero yo notaba en Amber y Flynn el
mismo desprecio con el que trataban a Aarón poco despues de que me
atacase aquella vez en la playa, entonces noté como algo pequeño y
suave me hacía cosquillas en la pierna, me agaché y con cuidado cogí a
un pequeño perrito en brazos, era una monada, me empezó a lamer la

mano con que le acariciaba.
-¿Y este pequeñín? -Dije.
-Es mi perro- dijo Liz con una sonrisa- se llama Noah.
-Hola Noah- dije sonriendo, de reojo ví como Amber ponía los ojos en
blanco, dejé al perrito y me despedí rápidamente, Aarón me llamaba,
supuse que sería algo de Colette, y no me convenía enfadarla más.

=LIZ=

Eve se desmayó y a mi me fallaron las piernas y el dolor de la cicatriz me estaba volviendo loca. Un hombre se me echó encima, saqué uno de los cuchillos del cinturón y se lo clavé en el estómago sin pensarlo dos veces. A otro le dí con el agarre del cuchillo en el cuello y cayó al suelo desmayado. El dolor era entonces cada vez mayor. Grite con ira a la vez que golpeaba con un cuchillo en cada mano a los que me atacaban. Miré se reojo a Flynn tumbado y Amber peleando. Tenía que pararlo, parar el dolor desesperante que sentía. Comencé a correr empujando a mas gente hasta que llegué a Colette que me miraba sonriente. Hundí uno de los cuchillos en su hombro y ella gritó,  la empujé contra un muro, puse el otro cuchillo en su cuello, ella sonrió
-Felicidades, eres tan zo**a como tu madre.
yo apreté el cuchillo, ella desapareció y con ella el dolor. Grite entre frustrada y alegre. Luego corrí hasta Flynn y ayudé a Amber contra los que quedaban que poco a poco salieron corriendo. Aarón apareció a mi lado.
-¿Estás bien?
Asentí. Aarón nos condujo a donde estaba Mike y la hermana de Gabi. Salimos de allí. Aarón desapareció despidiéndose de mí con una mano.

EVE

Al entrar me quedé asombrada, aquello era un arsenal lleno de armas,
había desde pistolas hasta espadas y arcos de madera, pasando por una
enorme coleccion de cuchillos, dagas, puñales, lanzas, mazas y algo
que supuse que eran puntas venenosas para flechas, yo sabía tirar con
arco, me encantaba, pero si Colette pensaba por un instante que me iba
a enfrentar a Liz, Flynn, Amber, Gabi o Will, estaba equivocada.
-Coge lo que quieras Eve- me dijo Colette- se avecina una batalla, y
hay que ganar.
Por intinto me acerqué a un arco de madera pulida, color caoba, pensé
en una diana y una flecha, que aparecieron al instante, repase lo aue
ya sabía, el arco cogido con la mano izquierda, a la altura de los
ojos, colocaba la flecha, tiraba con fuerza de la cuerda con dos
dedos, y soltaba. La flecha cruzó el aire y dió casi en el centro de
la diana.
Colette sonrió siniestramente mientras Aarón me miraba sorprendido.
Despues de una larga charla que no escuché de estrategias de combate,
Colette nos llevó a la calle, entonces sentí algo extraño, me quise mover y no pude "ahora
estas bajo mi control" dijo Colette en mi mente, mientras yo la miraba
con horror.
Cuando llegaron Liz, Amber y Flynn me sentí feliz porque Gabi y los
demás no hubiesen ido, entonces recordé que no me podían ver, aunque
supuse que ahora no contaba. Entonces mi cuerpo se movió solo, cogió
el arco y tensó la cuerda, la flecha envenenada apuntaba al corazón de
Amber, que me miró dolida, entonces su mirada se cruzó con la mia, y
vio que yo no controlaba lo que hacía, sino Colette.

 La cuerda se tensó y cuando creí que la flecha se iba a disparar el
arco se calló al suelo y un dolor horrible me recorrió. Vi entonces a
Liz, apuntándome con una mano. Me estaba controlando la sangre. Su
rostro sin expresión daba incluso miedo. Mi cuerpo se agachó para
recoger el arco mientras unos dolores horribles me recorrían. Volví a
apuntar, lágrimas de dolor me corrían por las mejillas. La cuerda se
tensó de nuevo como si no hubiera pasado nada, el dolor me abandonó.
Miré a Liz, su cicatriz ahora era visible y del color de la lava.
Gritó y yo solté la flecha. Amber se había apartado y sin darme cuenta
había apuntado a Flynn. La flecha le dio en el hombro. Cayó al suelo
pero se levantó, Amber se puso en frente suya y empezó a deshacerse de
los que trabajaban para Colette. Miré a Liz, su cara ahora era una
mueca de dolor pero luchaba contra el que se le ponía por delante com
destreza. Noté alguien a mi lado. Aarón apareció apretando los puños.
Incapaz de hacer nada por Liz.

 Ví como un cuchillo volaba y me rozaba la mejilla, provocandome una
hilera de sangre, escuché un grito y ví que el cuchillo estaba clavado
en la cadera de Colette, entonces sentí que ya no me controlaba, corrí
hacia Flynn, que me miró aterrado, por lo visto solo Amber había visto
que antes Colette me controlaba, hice aparecer un botiquín con curas
para el veneno con cuidadi y rapidamente le saqué el veneno, me
arranqué un trozo de la camiseta y paré la hemorragia el tiempo
suficiente para hacer aparecer unas vendas gruesas, le vendé, mientras
mis lágrimas se mezclaban con mi sangre, Flynn se puso en pié y
masculló un gracias, yo miré a Liz, que parecía mejor, y a Ambr que
estaba todeada de la gente de Colette, cogí una flecha y le dí a uno
que se acercaba a Amber por detrás, me miró con aprovación mientras yo
seguía disparando flechas a quién se acercase a ellos, Amber luchaba
con uñas y dientes, Flynn hacía lo que podía, y Aarón estaba junto a
Liz, Colette se puso en pié, y yo me elevé en el aire y tiré el arco todo lo lejos posible, cuando
estaba lo suficientemente lejos para que ella me viera, aparecí en
medio de la pelea, sentí el dolor en el muslo de un cuchillo de Amber
que debería haberle dado al hombre que tenía detrás, que estuvo a
punto de clavarme una daga en el brazo, la visión me empezó a fallar,
pero fui capaz de pronunciar las palabras "Corred, huid, no podreis
con ella" antes de que todo se volviera negro.