Pasamos lo que quedaba de día pensando formas de escapar, ya era de noche, teníamos hambre, sed, y calor, casi sin pensarlo atraje aire hacia nosotras, y entonces caí en la cuenta, nos miramos y dijimos:
¿Estas pensando lo mismo que yo?
-Si el aire ha entrado...
- ...tiene que haber una salida.
Nos pusimos a buscarla, mientras yo invocaba mas aire para averiguar de donde venía.
Un rato después vi que Liz apenas se había movido, mire hacia abajo y vi que tenía un cadena de acero en el tobillo.
Cree tanto viento que la cadena se desató, Liz la seguía teniendo en el tobillo, pero el otro extremo estaba suelto, así que más o menos podía andar, me extrañó que Colette no apareciese por el ruido, y descubrí porque, seguramente para no aguantar nuestros gritos habría insonorizado la habitación, eso era mejor de lo que esperaba.
-Vamos a buscar más, tiene que haber una forma de salir de aquí.
Liz asintió. Volví a mirar por donde había entrado el aire, y sonreí, también se veía luz. Me acerqué ahí y vi un pequeño hueco entre las rocas, suficientemente grande como para sacar la cabeza.
-¿Cuanto pesas?- Le dije a Liz
-No lo se.
-Un segundo.
-¿Para?
La ignoré, atraje aire y la levanté un poco, después me levanté a mi misma, ella pesaba más.
-Ayúdame a subir, así podré ver donde estamos más o menos.
Liz resoplo y me ayudo a subir.
Al sacar la cabeza por el agujero vi que estaba al lado del mar, era marea baja, con la alta nos podíamos ahogar.
-¿No ha entrado por aquí agua ningún día?
-No.
-Que raro, alomejor hay una especie de... ¡Au! Pared eléctrica. Por eso no entraba, rodea este agujero, tu controlas mejor que yo la electricidad, alomejor puedes deshacerla.
Liz volvió a resoplar y me aparto.
-Ayúdame a subir a mi.
Con ayuda del viento la subí.
Liz puso las palmas de las manos en dirección a la pared eléctrica y luego las bajo, extendió un brazo hacia afuera y no paso nada.
-Ya.
-Bien, hay que darse prisa, sal.
Liz salió rápidamente, no se que la había pasado pero parecía mucho mas seria que de costumbre. La seguí, deje dos dobles nuestros en la jaula, sabía que Colette los descubriría en seguida, pero nos daban un poco de tiempo para correr, volar o nadar, lo que fuese más rápido, y encontrar a Flynn, a Mike y a por desgracia, Amber.
-Yo voy por agua -dijo Liz con voz profunda, se metió en el agua y cuando le llego hasta los tobillos comenzó a andar y no se hundió, estaba caminando por el agua, empezó a correr y paro en seco, de repente una pequeña ola salio del agua y la empujo sin que ella tuviera que hacer ningún esfuerzo para avanzar.
Sonreí y empecé a volar cerca del agua, íbamos cerca aunque cada una por su medio, poco después estábamos muy lejos de la prisión.
-Voy a subir un momento para ver si los localizo, vuelvo en un rato, mejor no sigas corriendo, nos vemos aquí.
Liz asintió, no sabia lo que le pasaba, pero estaba mas distante que de costumbre, pero ya hablaríamos después.
Me elevé en el aire y vi cinco pequeñas personitas, bajé en picado y me quedé en un tejado, llegué al suelo y me acerqué, no eran ellos, esto me pasó otras veinte veces hasta que les encontré, al principio se quedaron flipando porque me veían en dos sitios a la vez, rápidamente les informé de la situación y volví con Liz mientras ellos empezaban a correr.
Liz estaba en un pequeño puerto, seca y cruzada de brazos, esperándonos.Cuando llegué, no dijo nada, al poco rato llegaron los demás. Todos empezaron a regañarme menos Liz, deje de escuchar a los demás y me centre en ella, silenciosamente me puse a su lado y la cogí en brazos cuando, un instante después se desmayó en mis brazos.
Todos se asustaron, pero yo estaba calmada, sabia lo que ella necesitaba
- Tranquilizaos y llevarla a un hospital, ¡ya!- dije aunque estaban aun enfadados conmigo, me hicieron caso sin rechistar.
Todos se asustaron, pero yo estaba calmada, sabia lo que ella necesitaba
- Tranquilizaos y llevarla a un hospital, ¡ya!- dije aunque estaban aun enfadados conmigo, me hicieron caso sin rechistar.
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