Esa mañana Liz estaba muy nerviosa y no dejaba de mirarme a mi, y a mi alrededor, pero cuando quise preguntarle por ello me respondió con evasivas.
Ahora que controlaba mi poder quería ir a algún sitio, como un centro comercial o una playa.
Al final opté por la playa Alguero.
Abrí mi armario y vi un bikini a rayas azul marino y blanco, con las
cuerdas rojas, y de mi talla, cogí una toalla azul y verde, y me puse
un vestido playero por encima, cogí unas chanclas, y me fui hacia la
playa.
Era una playa preciosa, y no había demasiada gente, extendí la toalla
y me quité el vestido, di unos pasos en el agua y me sumergí, noté la
agradable sensación del agua en la piel, el pelo sobre la espalda, y
todo mi cuerpo en sinfonía con el mar, era extraño puesto que el agua
era el poder de Liz, yo siempre había amado el agua, me encantaba
bucear, esa maravillosa sensación, aunque volar era... inigualable.
Estuve mucho tiempo en el agua, a pesar de que estaba
fría, aún era septiembre, y no era tan de locos bañarse, supe que era
la hora de comer cuando, estando rodeada de varios peces, de mucha
variedad en especies y tamaño, un rugido les espantó, empecé a nadar
hacia la costa, asustada, hasta que comprendí lo que había sido y me
empecé a reír, quedando como una idiota, muerta de risa.
Salí del agua me sequé y, aprovechando que la playa estaba oculta por
unos acantilados, y que ya no había nadie, empecé a correr feliz, sin
preocupaciones, por toda la costa, hubo un momento en el que dejé de
sentir el agradable tacto de la arena sobre la piel, miré y me había
elevado del suelo unos centímetros, de pronto, una roca enorme
apareció de la nada, tropecé y me dí en la cabeza con unas rocas
puntiagudas que había mas allá, noté un horrible dolor en la cabeza y
en la espalda, entonces vi a Aarón, le dije que llamase a Flynn, pero,
el me miró fríamente, y logre atisbar un "perdóname" en sus ojos. Vi
la sangre manando de mi cabeza, me intenté levantar pero me caí y noté
un montón de pequeñas rocas puntiagudas hiriéndome, desgarrándome la
piel, lo ultimo que recuerdo antes de caer inconsciente fueron sus
ojos verdes, y unas voces de fondo preocupadas de Amber, Flynn, y sobre todo
Liz, en ese instante comprendí sin necesidad de palabras muchas
cosas, entre ellas que no iba a morir, no hoy.
Desperté en un hospital, la luz me cegó los ojos, así que los cerré,
recordé todo lo ocurrido, y pude escuchar a Amber y a Flynn gritando a
Liz antes de volver a el mundo de la inconsciencia.
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