miércoles, 28 de agosto de 2013

EVE

Me levante por la mañana, y aun faltaba mucho para las doce, baje a
desayunar, había mucha tensión, decidí sentarme al lado de Liz, no
tenia muy buena pinta. Amber y Flynn empezaron a hablar, Will había
desaparecido, y Mike me dirigió una mirada dolida un instante, que
paso desapercibida por los demás, y se fue de la cocina.
-Eve,sal-dijo Amber sin mirarme y a regañadientes lo consiguió pero deje la puerta medio abierta y miré por la rendija.
-Está claro que tenías que fastidiarlo ¿no? -gritó Amber a Liz que mojaba una tostada tranquilamente y no la hacia caso. Se levantó y dió un golpe a la mesa.
-¡¿Me has oído?!-gritó dándole un manotazo a la tostada que cayó en una esquina de la cocina. Liz levantó su cabeza rubio-plateado y la miró, estaba claro que tenía una resaca importante.
-Esa frase es muy de madre-dijo cerrando los ojos, como si le doliera la cabeza solo de mantenerlos abiertos.
-¡¿Es Aarón verdad?! ¡Volvió y te volviste loca por el! ¡Eres demasiado infantil! Y claro, él no cogió otro momento para aparecer ¿verdad? En mitad de la madrugada. 
-¡Yo no quise hacerlo, el me...!-se tapó la boca con la mano con los ojos abiertos; se había ido de la lengua. 
-¡¿El te... que?! ¡El te violó! ¿verdad? ¡lo hizo! ¡el te forzó y tu no te negaste!- mi mano se tensó en el manillar de la puerta clavadome las uñas hasta hacerme daño.-Eres penosa, Elisabeth...de ahora en adelante Flynn te vigilará.-Flynn no había dicho nada hasta ahí y simplemente asintió. Me di cuenta de que debajo de la mesa, Liz sostenía algo, un cuchillo y lo estaba apretando de tal forma que hilos rojos oscuros se escurrian por las manos...sangre. Ella se levantó y se aproximó a la puerta, abriendola con esfuerzo y con una mano ensangrentada apretando el vientre. Me miró como si no me viera y luego salió corriendo en dirección al baño.
Amber y Flynn se quedaron allí mirando com los ojos abiertos las marcas de sangre que Liz había dejado en la mesa al dejar el cuchillo,  en la silla al apoyarse para andar y el el manillar de la puerta.
-Hola- dijo Gabi timidamente, habia preparado una especie de picnik,
para mi, se me encogio el corazon, le iba a decir lo que habia hecho,
se merecia saberlo aunque le doliese, igual que yo con Alessandra, de la que pensaba encargarme mas adelante,pense con
una sonrisa, que enseguida quite de mi cara.
-Anoche me acoste con Mike.
Se quedó callado, paralizado, pareció meditar mis palabras y luego dijo.
-Supongo que es justo.
Me puse histerica
-¡Qué!- chille, mi voz sono muy aguda- ¡No! No lo entiendes, fui a un bar, me emborraché estaba fatal, me llevo a casa, me acompaño mientras me dormía, desperte y crei que eras tu, yo no queria porque...- dije con hilillo de voz- por que aun te quiero, y siento mucho lo que hice anoche, de verdad, me da igual lo de Alessandra, me da igual todo, solo te quiero a ti, si tu aun me quieres.
-¿Como no voy a quererte?- Me dijo con voz dulce, se acercó a mi con cuidado, como si fuese un animal peligroso que pudiese reaccionar a cualquier movimiento brusco- Soy yo quien no merece ser perdonado, y aun asi tu lo has echo- me envolvio en sus brazos mientras apoye la cabeza en su hombro y me eche a llorar.
Un buen rato despues, nos bañamos juntos.
-Entonces... ¿olvidado? ¿Olvidado de verdad?
-Soy yo quien deberia decir eso, pero como no creo que me dejes, por supuesto, olvidado.- entonces me beso, y me encanto sentir sus labios otra vez sobre los mios.

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